Entre la realidad y la locura
Los pensamientos y obsesiones que sufre Aksenti Ivanovich, un burócrata de bajo rango, decepcionado de su trabajo y de la vida que llevaba, es el argumento del monólogo “Diario de un loco”, protagonizado por el actor Mario Iván Martínez.
A través de una desvariante narrativa, envuelve al público en sus piensos más oscuros, ocasionados por la monotonía, mediocridad laboral, y vejaciones que sufre a lo largo de su vida profesional, diálogos como: ‘Parece una tortuga adentro de un saco’ y ‘¿enamorado de la hija del jefe?’, ‘tú nunca podrás aspirar a algo tan grande’, van destruyendo su autoestima y seguridad.
Es entonces cuando el personaje comienza a padecer delirios y alucinaciones que van au mentando gradualmente conforme avanza la obra, afectando su mente, hasta el punto de desdibujar la frontera que existe entre la realidad y la locura, haciéndolo creer que es el rey de España.
El autor del texto, el escritor ruso Nikolái Gógol, en su obra realiza una magnífica descripción del comportamiento de una persona que padece de sus facultades mentales.
Y a su vez, hace una fuerte crítica a un sistema gubernamental que corrompe a la sociedad que conformaba a Rusia a mediados del siglo XIX, compaginado a la actualidad, hoy día, la situación política también han sometido a la sociedad del mundo actual.
“Diario de un Loco”, presenta un gran reto actoral para Mario Iván Martínez, debido al legado de éxito que dejó el gran actor mexicano Carlos Ancira, quien realizó la obra por 25 años en México, con la dirección del artista chileno, Alejandro Jodorowsky.
El reto fue superado en la pasada puesta en escena, en la Sala de Espectáculos del Centro Cultural Tijuana (Cecut) el recinto fue sorprendido con la representación del actual y polifacético actor de cine, televisión y teatro, que bajo la dirección de Luly Rede, logró sumergir al público en la incertidumbre.
Con el progreso de la obra, se hacían presentes las risas y suspiros que salían de la boca de los espectadores, y en momentos culminantes a un silencio sepulcral, que sólo permitía adentrarse en la escena y percibir lo que los diálogos, las luces y movimientos actorales sugerían.
La sencilla escenografía consigue, con todos sus elementos físicos y luminosos, contextualizar al público en la antigua Rusia zarista, en la que el zar acostumbrado a vivir con grandes riquezas, tenía sometido al pueblo en un régimen de pobreza y opresión, razones que, combinadas con la manía amorosa que germina Aksenti Ivanovich hacia la hija de su jefe, fundamentan e impulsan su pérdida de la cordura.
Reflexiva, conmovedora, provocativa, humorística y al mismo tiempo desgarradora, con un perfecto apego a la realidad de la época, es como esta puesta en escena se describe a ella misma.
Por parte del público, es una gran representación actoral que hace gala del talento artístico que hay México, dejando a los espectadores aplaudiendo de pie al finalizar la función que fue todo un éxito.
AL DETALLE
Monólogo: ‘El diario de un loco’
Actor: Mario Iván Martínez
Lugar: Sala de Espectáculos (Cecut)
Día: Jueves 29 (primera de dos días)
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