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‘Siento que se me sube el muerto’

"Mónica” es una mujer de 26 años de edad, originaria de Colima y residente de Tijuana desde hace un año; está soltera, es médica general y actualmente está cursando una especialidad médica, vive con dos compañeras del hospital.



Acudió a consulta de primera vez sola ya que recientemente había experimentado una sensación muy desagradable y estaba muy asustada, no podía dormir bien y su desempeño diario había disminuido, sentía “que se podía volver loca”, por lo que decidió acudir a valoración siquiátrica.



“Mónica” relató que siempre había vivido en Colima, con sus padres y hermanos menores. Aunque no tuvo aparentemente ningún evento traumático en la infancia o adolescencia, aceptó que desde niña fue muy “preocupona” y que se presionaba mucho en la escuela, incluso cuando estaba en la Universidad tuvo un episodio depresivo.



Cuando acudió a consulta recientemente había llegado a la ciudad de Tijuana, ya que fue donde “le tocó” hacer la especialidad, no conocía a nadie, vivía con unas compañeras que recién había conocido que también estudiarían con ella. Además de sentirse “estresada” por el cambio de ciudad, y estar fuera de casa y lejos de su familia y amigos, también le preocupaba mucho “no dar el ancho” en el hospital, se sentía muy cansada porque no dormía bien debido a las guardias nocturnas que constantemente tenía que hacer.



Describió un evento que había tenido recientemente, estaba dormida y soñó que iba sola en un callejón en la noche, que no había nadie en la calle y sentía que la estaban siguiendo, por más que quería correr o gritar no podía, luego se dio cuenta de que estaba soñando pero al querer levantarse de la cama no podía, sentía que su cuerpo no le respondía, quería pedir ayuda y al igual que en el sueño, aunque quería gritar, no podía, finalmente después de unos minutos que a ella le parecieron una eternidad, se pudo mover.



En otra ocasión relató que tuvo la misma pesadilla, pero que esa vez fue peor porque sintió que estaba alguien junto a ella en su cama y al abrir los ojos vio una sombra de un hombre, trató de gritar o moverse y no pudo, después de unos minutos pudo prender la luz y la sombra desapareció, en ese momento se puso a llorar, tenía mucho miedo, no sabía qué estaba pasando.



Desde entonces tiene mucho temor de irse a dormir, porque piensa que le puede pasar lo mismo, o que se le podría aparecer “algún espíritu”, por lo que en las noches deja la lámpara prendida en su cuarto. Al escuchar el relato anterior observé cómo le producía mucha ansiedad el solo recordar lo que había pasado.




Análisis del caso



"Mónica” tuvo una afección llamada parálisis del sueño; se le explicó que es una afección que ocurre frecuentemente en las primeras horas o en las últimas del sueño y que el hecho de no dormir suficiente y el estrés que tenía por el reciente cambio de ciudad, estar lejos de su familia, y la responsabilidad de estar cursando la especialidad médica pudieron ser las causas de estas sensaciones, que incluso pueden presentarse alucinaciones como en su caso.



No se le dio ningún tratamiento médico, sólo se le dieron medidas de higiene de sueño, que son las recomendaciones para dormir mejor, y se envió a sicología para que le enseñaran técnicas de relajación y manejo de estrés. Se le dio una cita en una semana y mencionó “ya me siento más relajada, me tranquilizó saber que no era ningún espíritu”. Aunque aún tenía miedo de que le volviera a pasar y seguía durmiendo con una pequeña lámpara que prendía en las noches, después de un par de meses pudo dormir con la luz apagada y sigue realizando su especialidad sin problemas.



Los episodios de parálisis del sueño aislada pueden durar desde unos pocos segundos hasta 1 o 2 minutos en los cuales la persona es incapaz de moverse o hablar. Estos episodios terminan por sí solos o cuando a la persona la mueven. En raras ocasiones, como en este caso, la persona puede tener alucinaciones que pueden ser aterradoras para quien las vive.



Aproximadamente el 8% de los adultos y algunos niños pueden experimentar este tipo de trastorno del sueño, aunque se ha reportado que es más frecuente que se presente en personas que tienen otro trastorno del sueño llamado narcolepsia.



La mayoría de las personas que han experimentado parálisis del sueño no tienen ningún problema de salud mental, sin embargo pueden ocurrir con mayor frecuencia en personas con trastornos de ansiedad, trastorno de estrés postraumático, depresión o trastorno bipolar.



En la mayoría de los casos no es necesario tratamiento farmacológico. Si se conoce el motivo, por ejemplo debido a la falta de sueño, el hecho de corregir la causa, como dormir mejor y suficiente, resuelve el problema. En las personas que tienen algún otro trastorno mental, se recomienda dependiendo del trastorno y de la severidad del caso, algunos medicamentos y sicoterapia.



En el Hospital de Salud Mental se cuenta con un equipo multidisciplinario de médicos especialistas en siquiatría y sicólogos clínicos para valorar y tratar los trastornos del sueño tanto en niños, como en adolescentes y adultos.

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