Bulevar 2000 en Rosarito: un recorrido por el deterioro y el riesgo latente

Rosarito, BC.-Un recorrido por el tramo correspondiente a Rosarito del Bulevar 2000, principal eje vial que comunica a la ciudad con el corredor Tijuana-Ensenada, revela un panorama de abandono y deterioro que pone en riesgo la seguridad de los conductores debido a la falta de mantenimiento que ya es crónico.

Los más de 15 kilómetros que corresponden a Rosarito presentan un deterioro preocupante, sobre todo en el carril de acotamiento que lejos de ser una vía para la solución de alguna contingencia, hoy representa un verdadero peligro para quienes optan por esta alternativa debido a la gran cantidad de hoyancos que presenta.

Si bien las autoridades han realizado algunos trabajos de bacheo sobre el concreto de la vialidad, el esfuerzo no ha sido suficiente ya que hay hoyancos de gran tamaño que ponen en riesgo a los conductores sobre todo en las noches ya que hay que recordar que esta vialidad al menos en ese tramo, carece de alumbrado público.

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Han ocurrido accidentes fatales

El Bulevar 2000 conecta con el Popotla para integrarse a la carretera libre hacia Ensenada o Tijuana, pero ha sido un punto crítico ya que justo en ese cruce han ocurrido accidentes fatales que han cobrado víctimas y testigo de ello ha sido la legendaria “casa de piedra”, que ha sufrido los embates de los múltiples accidentes que la mantienen con apenas unas cuantas paredes.

La demanda de conductores y residentes es que se rehabilite este tramo del Bulevar 2000 ya que cada vez los riesgos son mayores no solo para quienes conducen sobre esta vialidad, sino también para quienes radican en sus alrededores.

Es una ruina, conducir de noche aquí es un acto de fe, especialmente en las curvas ya que los baches aparecen de la nada y si te sales un poco del carril, te encuentras con un hoyo que puede hacerte perder el control”

Relata Miguel Ángel Torres, un repartidor que utiliza la vía constantemente.

Los baches, algunos de profundidad considerable, son punto crítico y no se trata de grietas superficiales, sino de huecos que han sido parcheados de manera precaria en repetidas ocasiones, soluciones que duran apenas semanas antes de reaparecer, a menudo ampliados ante la presencia de las lluvias.

Hasta el momento se desconoce cuándo podrían empezar las obras de rehabilitación de este tramo vial que cuando se construyó hace más de dos décadas se hablaba de transitar en una etapa para su mejoramiento, pero que no evolucionó.