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Años de búsqueda, una eternidad de indiferencia; madres buscan a sus hijos en Rosarito

Javier acompañaba a un amigo a dejar un carrito de paletas en la colonia 10 de Mayo en Tijuana y desde entonces se desconoce su paradero.

Años de búsqueda, una eternidad de indiferencia; madres buscan a sus hijos en Rosarito

Rosarito, BC.-A un año y cuatro meses de la desaparición de Javier Arias Guzmán, su familia atraviesa un viacrucis marcado por la impotencia y la frustración ante la falta de resultados contundentes por parte de las autoridades.

En una jornada más de búsqueda, realizada en Rosarito la cual estuvo impregnada de desesperanza pero también de tenacidad, sus seres queridos relatan cómo la indolencia y la burocracia han entorpecido la investigación desde el primer día.

Javier acompañaba a un amigo a dejar un carrito de paletas en la colonia 10 de Mayo en Tijuana y desde entonces se desconoce su paradero. Fotos : Carmen Gutiérrez

Su hermana Gloria, narra que Javier trabajaba en una ferretería y el día que desapareció, el 12 de junio de 2024, acompañaba a un amigo a dejar un carrito de paletas en la colonia 10 de Mayo en Tijuana y desde entonces se desconoce su paradero.

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Soltaron a su amigo quien no fue entrevistado por la fiscalía hasta mucho tiempo después

Desde el principio, en la Fiscalía decían que era secuestro, no lo querían poner como persona desaparecida por particulares y tuvimos que pelear eso. Ahí se perdió demasiado tiempo”

Relata Gloria con la voz quebrada por la rabia contenida.

Considera que ese retraso inicial crucial en cualquier investigación de este tipo, parece haber sellado un destino de obstáculos interminables, que siguen padeciendo porque además las bases de las investigaciones criminalizaban a la víctima.

Expuso que la última información que se tiene es que tanto su hermano como su amigo fueron trasladados a Rosarito, pero solo soltaron a su amigo quien no fue entrevistado por la fiscalía hasta mucho tiempo después y lo único que dijo es que no sabía nada y que la culpa era de su hermano.

El sentimiento que prevalece es una profunda impotencia

Ante el vacío dejado por las instituciones, la familia se ha visto obligada a buscar respuestas por sus propios medios, aliándose con colectivos de otras personas desaparecidas.

Lorena es otra buscadora su hijo Erick Ortiz, también desapareció en Tijuana pero la información que tiene sobre su caso es casi nula, pues desapareció de su propia casa en la colonia 10 de Mayo, un 13 de julio del 2021.

Hoy, mientras pegan flayers con los rostros de Javier y Erick en postes y muros, el sentimiento que prevalece es una profunda impotencia, el tiempo no ha traído consuelo, sino la amarga certeza de que, sin presión ciudadana, sus casos caen en el olvido.

Javier acompañaba a un amigo a dejar un carrito de paletas en la colonia 10 de Mayo en Tijuana y desde entonces se desconoce su paradero. Fotos : Carmen Gutiérrez
Javier acompañaba a un amigo a dejar un carrito de paletas en la colonia 10 de Mayo en Tijuana y desde entonces se desconoce su paradero. Fotos : Carmen Gutiérrez

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