CFE, una empresa de clase…. ¿Mundial?

Con sus 88 años a cuestas, la CFE; no confundir con Manuel Bartlett quien cumplió 89; tienen ambos, Bartlett y la CFE, un grave problema de anquilosamiento que los ha llevado a una ineficiencia crónica que provoca diariamente una serie de apagones y por ende, una pérdida de competitividad que difícilmente se podrá remediar en unos cuantos meses, a pesar de los esfuerzos que realiza la sucesora de este nefasto personaje, me refiero a Emilia Esther Calleja Alor, quien sí tiene las credenciales suficientes para detentar el puesto al haberse graduado como Ingeniería Electrónica por la Universidad Tecnológica de Celaya, con maestría en Administración y Alta Dirección por la Universidad Autónoma de Coahuila y sobre todo con 21 años de experiencia en la Tristemente célebre Comisión Federal de Electricidad.

El funesto Bartlett, quien hundió esta paraestatal, tiene entre sus pocos méritos, haber sido Secretario de Gobernación entre 1982 y 1988, haciéndose famoso al mencionar en la elecciones federales de 1998, donde competían Salinas, Cuauhtémoc Cárdenas y Manuel Clouthier y al quedarse sin información sobre el resultado electoral, decir: “se cayó el sistema”, aunque en realidad “se calló el sistema” y misteriosamente apareció ganador Salinas de Gortari, siendo premiado como Secretario de Educación, 5 años más tarde gobernador de Puebla y después Senador en 2 ocasiones, hasta que es abrazado ahora por López Obrador al designarlo en la CFE.

Antes de Bartlett, los directores tenían una formación más acorde con el puesto, ingenieros en su mayoría y algunos brillantes como lo fue el desaparecido Alfredo Elías Ayub, entre otros, mientras que Bartlett hasta figura en diversos documentos del Departamento de Justicia de los Estados Unidos que señalan su participación en el secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985, por lo que desde junio del 2021 el sistema de Justicia de Estados Unidos afirma que será detenido si viaja a ese país. Un dechado de virtudes, pues.

Después de esa pésima administración, aquel slogan de los años 2000 que rezaba, “CFE, una empresa de clase mundial” y que mostraba grandes obras de infraestructura de esta paraestatal, que incluían presas y todo tipo de instalaciones modernas, ha pasado a la historia y ahora, los mexicanos padecemos constantes apagones de luz, producto de una red con poco mantenimiento que a la primera ventisca se colapsa y peor aún, su reparación llega a tardar varios días en solucionarse, como lo señala Michelle Castillo, reportera del Imparcial, que el 28 de diciembre entrevistó a una serie de familias en Tijuana, afectadas por la interrupción de la energía eléctrica, quienes denuncian que la reanudación del servicio llegó después de 68 horas.

Pareciera que en vez de contar con mejores equipos y mayor tecnología, la CFE está olvidando la importancia de contar con un buen mantenimiento a sus redes. Ya es tiempo de cambiar la serie de postes de madera y sobre todo, de realizar un trabajo preventivo en lugar de andar conectando cables cada que llegan los consabidos “Vientos de Santa Ana”.

Porque no pensamos en invertir en la infraestructura de este país, que se nos está cayendo en pedazos, en lugar de estar preocupados en cómo subir anualmente las pensiones a los más de 16 millones de personas que gozan de un apoyo gubernamental, que representan el 80% de las familias mexicanas y que nos cuestan casi un billón de pesos.

*- El autor es asesor empresarial en cabildeo.