El Río Tijuana, un conflicto binacional

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, habló fuerte en contra de la contaminación que produce el Río Tijuana a las aguas y territorio californiano. Claro que esto provocó que ambos países llegaran a firma un acuerdo para atender el problema fronterizo de saneamiento en Tijuana, Baja California y San Diego, California.

Haciendo un poco de historia con el conflicto que ha provocado por años los residuos de aguas negras arrojadas al Río Tijuana datan desde finales del siglo XIX y principios del XX. Uno de los problemas que vivía Tijuana era el abasto de agua, por ello, el gobierno del Territorio Norte de Baja California decidió construir la Presa Abelardo L. Rodríguez en 1928, terminándose de construir en 1934 pero entró en operación hasta 1937, con una capacidad de almacenamiento de 138 millones de metros cúbicos.

Además, resolver el abasto de agua también provocaba, por el crecimiento poblacional, en 1930, Tijuana tenía más de 11 mil habitantes pero ya se tenían problemas con los vecinos estadounidenses por las aguas negras por ello, en el año de 1932 se terminó la construcción de una planta sanitaria resultando insuficiente en 1938.Esta obra, según datos de la CESPT, operó en forma aceptable hasta 1950. También nos dice que al aumentar la población la obra se hizo obsoleta, resolviendo el problema ya en 1960 con la construcción del emisor de aguas negras proyectado y dirigido por la Secretaría de Recursos Hidráulicos con fondos federales.

Otro de los problemas que causó problemas a la ciudad de Tijuana fue los asentamientos humanos en el lecho del Río Tijuana, conocida esta zona como “Cartolandia”, ya que el agua estaba controlada por la Presa Abelardo L. Rodríguez, pero no fue hasta 1978 cuando se registraron lluvias intensas con 411 millones de metros cúbicos, al desfogar la presa el agua arrasó con viviendas y personas que no querían dejar su patrimonio, así lo contó el Ing. Arsenio Sotelo Cruz, residente de Control de Ríos, Ingeniería y Seguridad Hidráulica dependiente de la SRH: “El Río causó muchas muertes y daños materiales, se había ordenado el desalojo de las gentes que vivían en el lecho del mismo por el peligro inminente que corrían, pero ellos creyeron que era un engaño para desalojarlos de su patrimonio y al persistir quedarse pusieron engrave peligro su vida”. (Tomado de los Antecedentes Históricos Capítulo II, de la CESPT).

Fue entonces cuando el gobierno del presidente, Luis Echeverría Álvarez comenzó la canalización del Río Tijuana y el desarrollo de toda esa zona, pero los problemas de contaminación no fueron resueltos porque muchos comercios e industrias de Tijuana seguían arrojando sus desperdicios al Río.

Si, se creó en San Antonio de los Buenos, de Tijuana la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), la cual se terminó de construir en abril de 2025, por las quejas del gobierno estadounidense de arrojar esas aguas negras al Océano Pacífico sin ser tratadas contaminando la bahía de San Diego.

Pero no así el problema del Río Tijuana que provocó una advertencia contaminación a lo largo de la costa de Imperial Beach, el 21 de noviembre de este año. Por ello el gobierno federal de Estados unidos ha prometido destinar 667 millones de dólares para la limpieza de las aguas residuales del Río Tijuana.

Esperan los gobiernos de México y Estados Unidos que con la firma del Acta 333 de la Comisión Iternacional de Límites y Aguas, titulada “Acciones Integrales para atender el problema fronterizo de saneamiento en Tijuana, Baja California – San Diego, California. Pero no solo debe ser la firma de actas, sino de tomar acciones e inversiones suficientes para sanear las aguas del Río Tijuana y tomar acciones contra quienes vierten sus desechos a este Río, provocando conflictos internacionales.

*- El autor es periodista independiente.