Ley contra caricaturas y memes
“Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo” Voltaire.

El 8 de octubre pasado, el diputado federal por morena, Armando Corona Arvizu, presentó la iniciativa legislativa conocida como ley contra memes o ley antistickers, la cual buscaba sancionar todo tipo de caricaturas, memes o publicaciones que ridiculizaran a los políticos; sin embargo, el Coordinador de los diputados de ese partido, Ricardo Monreal, ya anunció que esa propuesta no la va a apoyar su bancada y por lo tanto, no será aprobada.
La tradición de caricaturizar a los políticos es muy antigua. Se dice que las primeras manifestaciones cercanas a la caricatura política se dieron cuando los romanos dibujaron la imagen de Nerón en las paredes de Pompeya.
Ya en el siglo XVI, en Alemania, las caricaturas fueron muy utilizadas para representar a las figuras políticas y religiosas como héroes o villanos, de acuerdo con la postura del ilustrador o el momento coyuntural.
Cabe destacar que estas manifestaciones artísticas se desarrollaban en grabados de madera y de metal, en virtud de que muy pocas personas sabían leer y las imágenes eran la mejor forma de que el pueblo las entendiera cabalmente.
Para el siglo XVIII, la caricatura italiana se distinguió por su calidad y genialidad, creando imágenes para influir en las opiniones de los espectadores y al mismo tiempo hacerlos reír y meditar sobre temas de trascendencia para la sociedad.
Poco a poco se fueron extendiendo los temas de las caricaturas políticas, las cuales, por ese tiempo llegaron también al Nuevo Continente, haciendo que la sociedad se interesara por estas columnas y logrando que su influencia creciera y generando todo tipo de decisiones en el sector público o religioso, muchas veces bajo la influencia de la opinión pública.
En Gran Bretaña, por ejemplo, se regularizó el derecho de autor sobre las caricaturas políticas que habían comenzado a llamar la atención en bares, tabernas y cafeterías y que eran difundidas por periódicos locales.
En México, la caricatura política en México tiene sus raíces en 1826 con el periódico Iris y poco a poco fue evolucionando como una herramienta crítica y satírica en el contexto político del país. Quién no recuerda, en las lecciones de historia, al periódico “El Hijo del Ahuizote” que ridiculizaba el actuar del presidente Porfirio Díaz
Es evidente que la caricatura o cartón político tiene una función crítica y suele ser un arma poderosa de emancipación, y a la vez de control político, porque inciden en la toma de decisiones de los ciudadanos.
Por ello, ahora que se pretende sancionar esta vieja costumbre que en el mundo lleva siglos de ser utilizada para demostrar la inconformidad contra determinadas actividades de los funcionarios públicos en turno y que representa un derecho humano elemental al disentir contra los actos públicos, su eliminación sería un despropósito que en un mundo libre no se puede concebir.
Dicha propuesta busca imponer sanciones penales de hasta seis años de prisión para quienes creen y difundan imágenes, videos, audios o cualquier tipo de contenido digital sin el consentimiento de la persona involucrada, particularmente si son generados mediante herramientas de edición o inteligencia artificial. Sin embargo, el Diputado Monreal se ha opuesto mencionando que dicha iniciativa representa un retroceso en materia de derechos humanos y garantías individuales.
Considero que los diputados y senadores deben ser más cuidadosos en proponer ociosidades legislativas por el simple hecho de lograr reflectores, pero que atentan contra nuestros derechos fundamentales.
- *- El autor es asesor empresarial en cabildeo.
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