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Un Nobel que genera enconos entre la izquierda y derecha

“Honor a quien honor merece” Frase popular

Ignacio  Calderón Tena

Un Premio Nobel de la Paz, que debería ser signo de alegría y reconocimiento a una gran líder venezolana, como Corina Machado, se ha convertido en un campo de batalla entre comunistas y capitalistas, que buscan leer en esta nominación algún mensaje oculto del grupo de Oslo hacia las principales potencias mundiales.

Para empezar, el dictador Nicolás Maduro, ha llamado a Maria Corina, como la “bruja demoníaca” y en una actitud pueril y muy torpe, ha ordenado el cierre de la embajada de Venezuela en Noruega, como si se tratara de un ataque a su persona.

Vladimir Putin, ha comentado que el Nobel de la Paz, ha sido entregado “a personas que no han hecho nada por la paz”. Claudia Sheinbaum, quien siempre habla a favor de las mujeres y las enaltece, evadió el tema con un “no tengo comentarios”, porque Corina Machado no es de izquierda.

Históricamente, el Premio Nobel de la Paz, establecido por Alfred Nobel en 1895 y que se otorga anualmente desde 1901 para reconocer a quienes han trabajado en favor de la paz y la fraternidad entre naciones, has sido entregado a 98 personas y a 20 orgagobernados siendo interrumpido solamente en la primera y segunda guerra mundial.

Ha sido otorgado a grandes instituciones como la Cruz Roja que lo ha recibido en tres ocasiones: en 1917, en 1944 y en 1963; la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, en 1954 y en 1981.

Lo han recibido también personalidades como Woodrow Wilson, en 1919, Presidente de los Estados Unidos y fundador de la Sociedad de Naciones; George Marshall en 1953, quien fuera Presidente de la Cruz Roja norteamericana, Secretario de Estado y de Defensa; delegado de Naciones Unidas y creador del famoso Plan Marshall.

Varios Sudafricanos, Albert Lutuli en 1960, Presidente del Congreso Nacional Africano y defensor del apartheid en Sudáfrica y desde luego el gran Nelson Mandela encarcelado por 17 años en su lucha contra el racismo en su país.

Martin Luther King, lo recibió en 1964, la UNICEF de la ONU, por su lucha a favor de la infancia. Amnistía Internacional en 1977, la Madre, ahora Santa Teresa de Calcuta en 1979 y honrosamente el mexicano Alfonso García Robles, por sus negociaciones a favor del desarme mundial.

Otro gran personaje en recibirlo fue el polaco Lech Wałęsa; el Dalai Lama, Mijaíl Gorbachov que cambió el mapa político de la entonces Unión Soviética. Yasir Arafat por su lucha a favor de la paz en Palestina, el Presidente Norteamericano Barack Obama y la increíble Malala Yousafzai superviviente de la terrible violencia en Pakistán.

Evidentemente que siempre se quedan personalidades en el tintero, como lo ha mencionado la revista norteamericana líder en temas de política internacional y temas globales, Foreign Policy, quien ha calificado a Mahatma Gandhi, Eleanor Roosevelt, U Thant, Václav Havel, Ken Saro-Wiwa, Fazle Hasan Abed y Corazón Aquino como algunas personas que nunca ganaron el premio pero que en verdad lo merecían.

En un mundo tan convulso como el que vivimos, en el que hasta un premio Nobel de La Paz enfrenta a las personas, sin olvidar las guerras, el hambre etc, hay que trabajar por sembrar esperanzas de un mundo mejor y no pelear por un premio que refleja la desesperación de un pueblo que lucha contra un orangután antidemocrático que les ha robado su futuro.

  •  *- El autor es asesor empresarial en cabildeo.

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