Las remesas a la baja
“Ningún problema económico tiene una solución puramente económica.” John Stuart Mill

En julio pasado, el Banco de México (Banxico) reportó que las remesas enviadas a México, habían tenido una caída del 4.7% en comparación con julio del año anterior. La cifra acumulado de enero a julio fue del orden de los 34,889 millones de dólares, lo que equivale a una disminución del 5.5% en comparación con el mismo periodo de 2024.
Antes de este último bache, las remesas habían tenido un crecimiento constante y significativo en México, alcanzando récords históricos en los últimos años. Por ejemplo y según Banxico, en 2022, México recibió 58 mil 497 millones de dólares por este concepto, con un crecimiento del 13.4% respecto al año anterior; para 2024, el flujo de estas divisas representó un 2.3% más que en 2023, alcanzando los 64,745 millones de dólares. Estos crecimientos fueron explicados en su momento por los expertos como un efecto causado por la recuperación económica tras la crisis del COVID-19 y la recuperación de diversas actividades económicas a nivel internacional.
Para nadie es un secreto que miles de pequeñas ciudades del país, viven o sobreviven de los recursos que les mandan sus paisanos desde el exterior y por ello, cuando escuchamos a un gobernante presumir de esos incrementos, vale la pena expresar que son producto de manos mexicanas que tuvieron que emigrar al extranjero porque nuestro país nos les pudo dar las condiciones económicas para salir adelante.
Evidentemente que las remesas han tenido un impacto positivo en la economía mexicana, contribuyendo a la reducción de la pobreza y al desarrollo económico local, pero ha sido a costa del trabajo de los mexicanos en el exterior y no de políticas públicas que lo logren.
Hoy en día y según datos del censo 2020, se estima que viven aproximadamente 38 millones de mexicanos en Estados Unidos, que representan poco más del 11 por ciento de la población norteamericana
Según datos del Banco de México, el promedio mensual por persona que envía remesas a México, pasó de 290 dólares mensuales en 2013, a 339 dólares en 2023. Durante la pandemia se especulaba una fuerte caída en las remesas, pero no fue así, en virtud de que durante esos 2 años de pandemia el gobierno norteamericano otorgó apoyos económicos a millones de ciudadanos que perdieron su empleo recibiendo en promedio 1,200 dólares por persona. Estos apoyos se tradujeron en mayores remesas hacia México.
Antiguamente la principal fuente de ingresos para la economía nacional eran los ingresos petroleros, en segundo lugar, la Inversión Extranjera Directa y más abajo venían las remesas. Sin embargo, a partir del 2021 las cosas cambiaron y hoy en día el petróleo ya no es la panacea, mientras que las remesas han crecido considerablemente superando los 64 mil millones de dólares.
Es por ello que los anuncios hechos por Banxico en el sentido de que estos ingresos han caído, debe ser un motivo importante de preocupación que nos haga ver como país, la necesidad de buscar otros mecanismos de inversión al país, como puede ser la necesaria apertura a la inversión extranjera en temas de infraestructura que sin perder soberanía, nos permitan el crecimiento que el país requiere.
- *- El autor es asesor empresarial en cabildeo.
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