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Festival internacional de cine de locarno

Este año, celebrando su septuagésima octava edición, el Festival de Cine de Locarno, en Suiza, recibe una vez más luminarias del séptimo arte.

Manuel  Ríos Sarabia

Este año, celebrando su septuagésima octava edición, el Festival de Cine de Locarno, en Suiza, recibe una vez más luminarias del séptimo arte. Rindiendo homenaje y brindando reconocimiento a las carreras de Jackie Chan, Emma Thompson y Lamberto Bava, entre otros.

En la competencia internacional destaca la participación de Radu Jude, quien recibió el Pardo de Oro en el 2023 por “No Esperes Mucho del Fin del Mundo”.

En esta ocasión, Jude ha decidido abordar el tema de la IA a través del mito más grande de su país, Drácula.

En esta versión oficialmente rumana del mito, Jude, a lo largo de tres horas, presenta múltiples narrativas, supuestamente desarrolladas con la ayuda de Inteligencia Artificial, demostrando que los vampiros no sólo son leyenda literaria, sino que son parte de la cotidianidad política, no sólo de Rumania sino del mundo entero.

Mezclando el mal gusto, la obscenidad sardónica, la crítica política y metiendo todo en una licuadora de la peor y más primitiva versión de la IA, Jude pone a prueba la paciencia y resistencia del más elevado cinéfilo.

No así el caso de Abdellatif Kechiche, quien compite este año con la tercera parte de su saga, “Mektoub, My Love: Canto Due”. Después de dos episodios previos de larguísima duración, criticados duramente por sus decisiones artísticas, además de ser blanco de acusaciones sexuales que aún no llegan a sentencia, y que comenzaban a poner en duda el futuro del cineasta ganador de la Palma de Oro en 2014; en su tercera entrega, Kechiche parece haber resurgido.

La historia de “Amin” (Shaïn Boumedine), quien abandonó sus estudios de medicina para convertirse en guionista, llega a su episodio más interesante, hasta el momento, convirtiéndose en un thriller en su tercer acto. “Amin” se encuentra frente a su oportunidad de triunfar, una conocida actriz americana y su esposo, importante productor de cine, le abren las puertas de su casa y se interesan en uno de sus guiones. Sin embargo, la intervención de su primo “Tony” (Salim Kechiouche) pondrá el sueño en riesgo. La última toma de la cinta anticipa que la saga de Amin probablemente continuará y que quizá Kechiche, en ausencia, se lleve el Pardo de Oro este año.

Dentro de las proyecciones magnas en la Piazza Grande de Locarno, se exhibió la ganadora del gran premio en Cannes este año, “Sentimental Value”, de Joachim Trier, protagonizada por Renate Reinsve, Stellan Skarsgård y Elle Fanning.

Otra gran obra de Trier que habla sobre las relaciones familiares, el trauma generacional, la dificultad de sanar y lo indispensable de hacerlo.

Trier hace referencia a los grandes del cine, desde Bergman hasta Fellini, pasando por Woody Allen, en una cinta sobre la creación artística y la sanación personal y familiar.

La retrospectiva de este año, titulada “Grandes Esperanzas: Cine Británico de Posguerra”, reúne una excelente selección de cintas entre 1945 y 1960 que incluyen a grandes directores británicos como Powell y Pressburger, Terence Fisher y Roy Ward Baker entre muchos otros.

Antes de su conclusión, Locarno aún recibirá a Alexander Payne y continuará celebrando lo mejor del séptimo arte.

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