Matar por un tendedero
“Procure no ser un hombre con éxito, sino un hombre con valores” Albert Einstein

El lunes pasado, en una nota de Enya M. Contreras, de EL IMPARCIAL, pudimos ser testigos de cómo un par de mujeres pierden la vida y un hombre es herido, por una discusión por el uso de tendederos en un patio común en la Ciudad de México.
El tema llama a la reflexión y pone de manifiesto la creciente y desmedida espiral de violencia que estamos viviendo, no solo en México, sino en el mundo, producto de una creciente pérdida de valores y un nulo respeto por la vida. Constantemente somos testigos de hechos de sangre por cuestiones verdaderamente nimias, sin embargo, cobran vidas.
En Tijuana, se han documentado recientemente 2 hechos de tránsito, en los cuales, una discusión ha derivado en la destrucción intencional y maliciosa del automóvil de quien osó molestar al otro conductor.
Según cifras de la propia Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal de Tijuana, así como del Centro de Control C5 de Tijuana, nos indican que el delito con mayor incidencia en Tijuana y en Baja California, no es el robo o el homicidio, es el de violencia intrafamiliar y evidentemente que ello, escala fácilmente a lo que viendo.
Nada menos, este lunes en Tijuana, una mujer de nombre Chantal, que según los medios de comunicación, es funcionaria del DIF estatal y que además obtuvo en el 2020 nada menos que el Premio Estatal de Literatura, intentó envenenar a ex pareja y a 4 integrantes de esa familia con gases tóxicos, dejando de lado su vena artística, su contacto con la cultura y peor aún, su vocación de trabajar a favor de la familia, como lo promueve el DIF.
La gran pregunta es, ¿Qué tiene que pasar en la mente de algún ser humano “civilizado”, culto, preparado, para tener esos arrebatos salvajes y carentes de todo respeto por otro ser humano, cuyo único delito ha sido atravesarse en su camino, ya sea como ex pareja sentimental, en el caso de Chantal, o transitar por la Ciudad y recibir como respuesta choques intencionales, o peor aún, pretendiendo usar un tendedero para secar la ropa y perder la vida como el caso de Mónika Picón y su madre Yolanda Vieyra en la Ciudad de México?
La respuesta es, multifactorial, pero buena parte de las razones tienen que ver con lo que se ve en la familia y en la escuela, pero también a la Influencia negativa de los medios de comunicación y las redes sociales que generan un profundo individualismo y una falta de interés por el bien común que aunado a la pérdida de la fe y la religiosidad, que durante muchos años fueron un acicate para conservar principios morales y ahora que éstos faltan, llevan a los grupos sociales al crecimiento de la violencia y la delincuencia.
Todos estos factores, orillan a la desintegración del tejido social y a un aumento de la polarización, donde la lucha es entre pobres y ricos, de izquierda o de derecha, fifís o chairos, etc y todo ello con una gran falta de respeto y tolerancia hacia los demás, lo que como vemos, nos lleva a la generación de más conductas antisociales que terminan en actos delictivos que rara vez son castigados provocando una reducción significativa en la confianza en nuestras instituciones y en la propia sociedad, que a su vez nos hace más reacios a confiar en los demás y a encerrarnos, perdiendo calidad de vida y tranquilidad social.
No es el tendedero, es el reflejo de una sociedad que va perdiendo sus valores, pudriéndose cada vez más.
- *- El autor es asesor empresarial en cabildeo.
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