Bukele, en camino a dictador
“Una gran democracia debe progresar o pronto dejará de ser o grande o democracia.” Theodore Roosevelt

El Salvador es un pequeño país centroamericano de tan solo 6.4 millones de habitantes, que le ha tocado padecer innumerables asonadas, golpes de estado y regímenes militares, además del acecho del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, que después de tantos años en la guerrilla, ahora son un partido político alejado de las armas.
Efectivamente, desde 1960, hasta 1983 pasaron por golpes de estado, guerra civil y combate a la guerrilla, hasta que en 1992 firman un acuerdo de paz en la ciudad de México con el Frente Farabundo Martí, que se convierte ahora en partido político.
Frente a todo este escenario, se da el caldo de cultivo ideal para el arribo de un joven visionario que le ofreció a el Salvador, una paz duradera y mano dura contra otro azote social, los “Maras Salvatruchas”, una pandilla internacional de criminales, originaria de Los Ángeles, pero que se ha extendido por muchos países como Guatemala, El Salvador, Honduras, Italia, Portugal y España; sin embargo en el Salvador habían encontrado su nicho ideal, frente a tanta inestabilidad política.
Por ello, Bukele era lo que el país necesitaba, los salvadoreños estaban decepcionados de los gobiernos anteriores. Esto le permitió ganar en 2019 con el 52% de votos. Una de sus primeras acciones fue el combate frontal a las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18, las cuales llegaron a controlar el 80% del territorio, con una tasa de homicidios de 51 asesinatos por cada 100,000 habitantes en 2018.
Bukele inicia con grandes medidas, más de 84,000 personas han sido detenidas en El Salvador, con estrictas políticas de seguridad y condiciones carcelarias controvertidas, pues a marzo de este año, se reportaba una tasa de ocupación de las prisiones del 339% y en el caso de las mujeres, el Centro Femenino COF tenía una ocupación del 663%, más de seis veces su capacidad.
Los resultados no se han hecho esperar y los actos delictivos han bajado a límites insospechados, la población está satisfecha con esos resultados, lo cual se ha traducido en una adecuación constitucional que le permitió su reelección en febrero de 2024 con un 85% de votos, acabando con la oposición al obtener 57 de los 60 escaños en el Congreso.
A un año y medio de distancia, este 31 de julio, la Asamblea Legislativa de El Salvador, modificó nuevamente la Constitución para permitir que Nayib Bukele, pueda permanecer en su cargo de manera indefinique da, además se extiende el mandato de cinco a seis años y se elimina la segunda vuelta electoral.
Frente a estos excesos obtenidos mediante la vía democrática, que no por ello dejan de ser excesos, Leon Krauze, en su columna de este lunes en FRONTERA, ha dicho que Bukele repite un patrón común en América Latina para establecer una dictadura, comenzando con promesas de cambio y terminando con la erosión de las instituciones democráticas.
Es evidente que frente a los grandes fracasos de los gobiernos anteriores y a través de una manipulación gradual de las instituciones electorales, se van llevando a un país al desmantelamiento de la democracia, dando paso al autoritarismo de la dictadura.
Recordemos que también Hitler, Hugo Chávez, Fidel Castro, Daniel Ortega y en el caso de México, Benito Juárez, Porfirio Diaz y los intentos de Alvaro Obregón o Calles por perpetuarse, iniciaron como gobiernos democráticos, pero la tentación de perpetuarse en la silla los cambió. Ojalá que en unos años el pueblo salvadoreño no lamente tanto poder a un solo hombre.
- *- El autor es asesor empresarial en cabildeo.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí