Congreso sumiso
En las última semanas, México ha sido testigo de uno de los episodios legislativos más opacos y preocupantes de los últimos tiempos.

En las última semanas, México ha sido testigo de uno de los episodios legislativos más opacos y preocupantes de los últimos tiempos: la aprobación de 16 reformas constitucionales en un proceso plagado de irregularidades, sin debates reales, sin análisis técnicos, sin la debida deliberación parlamentaria. Como representantes del sector empresarial, no podemos ni debemos quedarnos callados ante la evidente degradación institucional que cada vez es más frecuente en nuestro país. Todas las iniciativas presentadas por el ejecutivo, fueron aprobadas sin grandes modificaciones y además en un tiempo récord y en periodo extraordinario. No solo es la forma, es el contenido de dichas reformas, que llevaron a cabo modificaciones en muchas rubros de alto impacto para el presente y futuro de nuestro país. Preocupa cada vez más la concentración de poder y la afectación del clima de negocios, pues si desaparecen los contrapesos, se nubla la certeza jurídica, y se percibe cada vez más un gobierno totalitario.
La cámara de diputados y senadores dejaron de ser un espacio de discusión, diálogo y debate, para convertirse en un espacio de voluntad unipersonal. Si la división de poderes se debilita, el pacto federal se fragmenta, y nuestra República representativa, se convierte en una maquinaria que obedece al poder central.
En este contexto, preocupa cada vez más la composición actual del congreso, obtenida mediante coaliciones cuestionadas, que justamente han anulado el debate y silenciado a la oposición. Este escenario atenta contra la democracia y afecta a todos, pero en especial al sector empresarial. Sin órganos autónomos, sin justicia imparcial, sin reglas claras, la inversión productiva se debilita y el crecimiento se detiene. Vemos los pronósticos de crecimiento nacional que no llegan al 1% en el mejor de los casos en 2025. México debería estar creciendo 7-8% anualmente.
NUESTRO LLAMADO.
Desde el sector empresarial, hacemos un llamado a la responsabilidad institucional. A los legisladores les exigimos que actúen con independencia, que devuelvan al congreso su función deliberativa y que asuman su rol como contrapeso. No podemos tener un congreso de rodillas. Hoy la brújula apunta rumbo al totalitarismo, La historia nos muestra que las democracias no mueren de un día para otro, sino que se erosionan, se desgastan ante el silencio de muchos, en la incredulidad que nada grave puede pasar. Necesitamos recuperar las instituciones que nos dan fuerza, vida democrática y que funcionan como contrapeso. Porque cuando se pierde la democracia, lo que está en riesgo son nuestras libertades. Recordemos que vivir en democracia, es vivir en plenitud, con oportunidad y libertad.
- *- El autor es Presidente del Centro Empresarial Coparmex Tijuana.
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