¿A callar? ¿Por qué? ¿Para qué?
Le han hecho un enorme daño al país. Fueron cómplices, en tanto que los justificaron o, peor todavía, guardaron un ominoso silencio frente a los mismos, de crímenes atroces perpetrados por el viejo régimen.

Le han hecho un enorme daño al país. Fueron cómplices, en tanto que los justificaron o, peor todavía, guardaron un ominoso silencio frente a los mismos, de crímenes atroces perpetrados por el viejo régimen.
Apoyaron el fraude electoral de 1988 y las acciones represivas qué, contra la oposición, lanzó Carlos Salinas de Gortari.
Avalaron, después de apoyar activamente el robo de la presidencia en el 2006, la guerra qué, por órdenes de Washington, impuso a México Felipe Calderón.
Construyeron, a punta de montajes, mentiras y alabanzas, la leyenda de Genaro García Luna a quien todavía hoy defienden.
Fueron participantes activos del saqueo de la Nación con Enrique Peña Nieto y, sin su contribución para la implantación de la llamada “verdad histórica”, no habría tenido éxito la operación de Estado para, borrar de la faz de la tierra, todo rastro de los 43 Normalistas de Ayotzinapa.
Tienen pues, como los gobernantes autoritarios ante los que se arrodillaron, de los cuales recibieron carretadas de dinero público, las manos manchadas de sangre. son víctimas; son victimarios. No defienden la democracia; han trabajado siempre en contra de ella.
No se alzan “dignamente” frente a un “gobierno autoritario”; tratan de torcer la voluntad ciudadana expresada en las urnas.
No ejercen la crítica ni hacen periodismo; hacen montajes, inventan, mienten, calumnian impune, descarada, compulsivamente.
De ser viles instrumentos del poder económico y de los dueños de medios y concesionarios qué, les pagaban por callar y les ordenaban que decir, y los usaban para extorsionar y seducir a gobernantes y funcionarios corruptos, pasaron a creerse dueños de esa voz y esa imagen que vendieron por unos pesos y conciencia de una nación a la que dieron la espalda.
De ser solo una de las partes del complejo engranaje de corrupción qué, permitía al PRIAN perpetuarse en el poder, pacan saron, ante el colapso de la oposición y en el colmo de la megalomanía, a creerse la única fuerza capaz de frenar la Transformación del país.
Fallar en todo lo que se han propuesto les ha llevado, en un intento desesperado por recuperar la relevancia perdida, a inventar una nueva farsa.
Que les quieren callar dicen.
¿Por qué?
¿Para qué?
Que digan, hoy que gozan de una libertad que nunca habían tenido, lo que les dé la gana. Ya nos tocará a nosotras y nosotros, a la propia Presidenta y en el ejercicio de nuestro derecho, decirles sus verdades cuando mientan.
En este país que se transforma pacífica, democráticamente y en libertad “la prensa se regula con la prensa”.
- *- El autor es periodista y productor, fundador de la productora Argos y corresponsal de guerra entre 1980 y 1990.
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