¿Vivimos mejor o peor que hace 6 años?
Más allá de tus preferencias partidistas, de tu origen personal, del sector en el que te desarrollas, de tu actitud frente a la vida, las decisiones colectivas que se han tomado en el país ¿nos han llevado a un lugar mejor o a uno peor del que teníamos anteriormente?

Más allá de tus preferencias partidistas, de tu origen personal, del sector en el que te desarrollas, de tu actitud frente a la vida, las decisiones colectivas que se han tomado en el país ¿nos han llevado a un lugar mejor o a uno peor del que teníamos anteriormente?
Hace un tiempo, criticando a un Presidente Municipal alguien me alegaba que el funcionario era una persona muy comprometida con su trabajo y que le dedicaba 14 y hasta 16 horas al día al trabajo para el que lo elegimos. Muy bien ¿y los resultados? ¿Donde se ve la diferencia si solo fuera a firmar los viernes?
Una vez tuve la oportunidad, por una asesoría que estaba dando, analizar informes de gobierno de diferentes periodos y descubrí el “copy-paste” de frases y conceptos. Platicando con un ex alcalde me decía que a veces parece que tenemos una competencia de “maistros de obra” para saber cuántos metros cuadrados de esto o aquello colocaron, o cuantos focos colgaron y así. El problema es que uno circula por las calles (no por los informes) y hoy pues, que te digo, están peor que nunca.
Pero esto no es solo en el tema municipal, en el Estado no pintan mejor las cosas. En 1986, cuando llegué a vivir a esta hermosa tierra, no había agua en las casas más que un par de días a la semana. Después de mucha “obra enterrada” se pudo solucionar el abasto regular pero hoy pues ahí le andamos batallando de nuevo cada cierto tiempo. ¿Qué pasa?
En materia federal, las cosas andan igual. Recuerdo el orgullo que nos causaba la carretera Escénica Tijuana- Ensenada. Hoy, llena de baches y con unos accesos/ gazas de incorporación a medios chiles (solo circulen por el acceso a Puerto Nuevo) y se darán cuenta que tienen 20 años que ni siquiera lo limpian.
Y ahí le podemos seguir con las obras que parecen muy funcionales como el Blvd. 2000 y el Alamar que hoy son un muladar de concreto desnivelado y resquebrajado, sin iluminación ni correcta señalización vial. ¿Se imaginan cómo estaríamos si Jorge Ramos, en gran medida, y los siguientes dos Presidentes Municipales no hubieran hecho las vialidades principales de concreto hidráulico? Con todos los defectos que pudieran tener ¡ya pasaron 17 años de las primeras obras!
Todavía me lamento que la “gran hazaña” de Monserrat Caballero, en el periodo anterior, haya sido pagar la deuda de la ciudad cuando pudo haberle invertido $1,700 millones de pesos a la destrozada infraestructura de Tijuana.
En fin, mis reflexiones es que si, efectivamente, hay mucho brinco, mucha grilla, mucha crítica, mucho autoelogio (comprado y no), pero ¿cuál es el resultado por el que vamos a recordar a un gobernante o a otro?
Acaba de anunciar una organización que se dedica a la fiscalización que por cada peso que le ingresa al Tren Maya -una de las “grandes”’obras del sexenio anterior- se gastan 108 pesos de subsidio en su operación (¡mil por cierto más!). Ya de la recuperación de la inversión ni hablemos. Así no hay dinero que alcance.
El punto de mi pregunta inicial es muy simple. El PRI duró 70 años en el poder federal, el PAN 12, Morena lleva 7 ¿algo está mejor con estos cambios?
¿Ya tenemos un sistema de salud con medicinas en el momento oportuno, operaciones regulares y con un servicio de cobertura universal?
¿Los negocios ya pueden prosperar sin robos, sin extorsiones, sin cobro de piso?
¿La gente tiene dónde divertirse sanamente, caminar por sus aceras, disfrutar de parques y jardines, lugares de entretenimiento gratuito?
¿Podemos ya sentirnos seguros cuando llegamos a nuestras casas y platicar tranquilamente en la calle con nuestros vecinos?
¿Nuestras ciudades son más transitables, más modernas, más bonitas?
Eso es en lo que deberíamos poner nuestra atención.
Un gobierno que no provee seguridad, justicia e infraestructura para desarrollarnos como sociedad, no sirve. Da igual cuantos discursos y cuantas mañaneras ofrezca. Es más, da igual cuantas explicaciones nos dé. Ahí sí podemos medir el verdadero bienestar. No en una beca ni una “pensioncita” que si bien ayuda, no alivia los problemas completos.
Sueño con un buen gobierno para nuestro país, que nos incluya a todos, que piense en todos y que ofrezca grandes resultados. De los de verdad, de los que se reflejan en la calidad de vida. Ojalá que me toque verlo.
- *- El autor es un opinólogo tijuanense enamorado de su ciudad.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí