Nuevas perspectivas para el estudio de la problemática hídrica en Yucatán

El pasado 12 y 13 de junio se llevó a cabo virtualmente el Primer Foro Regional de Saneamiento para la Sustentabilidad del Agua en la Península de Yucatán, un evento enmarcado en el Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad del gobierno federal, organizado por instituciones académicas como la Universidad de Yucatán y el ECOSUR, la CONAGUA, niveles estatales y municipales, así como representantes de la sociedad civil como la organización Amigos de Sian

Ka’an. El objetivo central del Foro durante sus dos días de duración fue el de integrar el trabajo académico reciente en torno a las causas y efectos de la contaminación que enfrenta la región, y presentaciones por parte de la iniciativa privada y empresas internacionales sobre el conocimiento y aplicación de nuevas tecnológicas aplicables para su solución. Finalmente, se plantea difundir los resultados y recomendaciones entre los sectores público y privado cercanos a los objetivos del Foro.

Hay un aspecto sobresaliente del ejercicio anterior que es necesario señalar, y que va más allá de su organización y amplitud en términos de la integración de un grupo multidisciplinario de actores de la academia y de otros sectores. En mi opinión, este esfuerzo marca un punto de inflexión que puede ser fundamental para los esfuerzos que se están llevando a cabo hasta este momento en pro del estudio y búsqueda de soluciones a una problemática creciente en la región. La contaminación hídrica ha sido uno de los desafíos más apremiantes en la península de Yucatán en las últimas décadas, debido básicamente al incremento y dispersión de la población en los centros urbanos, particularmente el caso de Mérida, y la expansión de actividades económicas como son las granjas porcícolas. Un proceso donde el saldo del papel de los gobiernos responsables no ha sido bueno.

Ciertamente el abordaje y exposición de la problemática anterior no son nuevos. Además del trabajo académico existente, tanto el gobierno federal a través de instituciones como CONAGUA y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), así como organismos internacionales y de la sociedad civil han aportado evidencia en las últimas décadas, lo que ha llevado a la construcción de una base importante de conocimiento multidisciplinario. Desgraciadamente y en buena medida, todo este trabajo se ha desarrollado en forma fragmentada y sectorial, y su conocimiento público se ha dado más bien a través de los medios nacionales y regionales, como complemento a las mismas reacciones y opiniones de diferentes sectores sociales afectados. Instituciones como el mismo ECOSUR han realizado seminarios sobre la crisis hídrica que vive la región, pero la discusión en este tipo de eventos se limita básicamente al ámbito académico.

Por su organización y objetivos, el primer Foro de Saneamiento de referencia representa una oportunidad importante para incrementar e integrar por un lado el interés en el estudio y búsqueda de soluciones para la preservación de los recursos hídricos de la península. Es de esperarse que de este ejercicio surjan redes intersectoriales que permitan la aplicación de enfoques combinados con mayor efectividad en la difusión de sus resultados. Por otro lado, un objetivo fundamental será el avanzar en el involucramiento y concientización de los gobiernos estatales y locales en el desarrollo y aplicación de políticas que integren el insumo existente bajo estándares más estrictos; la misma composición de las instituciones organizadoras podrá facilitar ese objetivo. Si bien el reto en este sentido es considerable, aún se está a tiempo de entender la fragilidad de este recurso en el contexto regional, y las implicaciones a futuro si no se toman decisiones informadas y definitivas.

•  *- El autor es profesor-investigador miembro del SNII.