No Kings. No Queens
Donald Trump pasó un mal fin de semana.

Donald Trump pasó un mal fin de semana. Su magro desfile militar no fue el despliegue de poderío que se esperaba y se vio totalmente opacado por 5 millones de personas que salieron a las calles en 2 mil ciudades de Estados Unidos para protestar contra sus abusos autoritarios al grito de No Kings! Le aguaron su fiesta de cumpleaños 79 del sábado.
El movimiento No Kings! tiene varios reclamos concretos contra Trump: sus ataques directos a la democracia, su desacreditación sistemática de la prensa y el Poder Judicial, su manipulación de los órganos de inteligencia del Estado para impulsar sus objetivos políticos personales, el uso del Ejército para tareas policiacas, los certificados de impunidad en favor de personas afines a su movimiento, los flagrantes conflictos de interés solapados desde el gobierno en beneficio de la familia presidencial. En resumen, un cada vez mayor poder concentrado en las manos de una sola persona.
En México podría despertarse un movimiento espejo: No Kings! No Queens! O para ponerlo en mexicano: ¡Ni trono ni reina!
acumulación de poder de la dupla AMLO-Sheinbaum hace palidecer a Trump. Lo del americano parece un arrojo de novato frente a lo que se ha consolidado en el régimen de la presidenta. Lo que para Trump es apenas un deseo, Sheinbaum ya lo tiene. Y además tiene algo que no tiene Trump: 70% de aprobación.
Es una autoritaria con respaldo popular. Lo está viendo todo el mundo. Ayer, el New York Times denunció en su portada el retroceso democrático que implica la elección judicial. Lo mismo han alertado otros medios de comunicación de talla mundial, así como organismos internacionales y actores financieros de primera importancia.
SACIAMORBOS
Hizo muy bien la presidenta de México en no ir a la Casa Blanca a su primer encuentro cara a cara con Donald Trump. No hay garantías para visitar esas instalaciones. Si ya le pasó al ucraniano Zelensky y al sudafricano Ramaphosa, perfectamentro
pudo haberle sucedido a la mexicana Sheinbaum. México es tema jugoso para la base electoral republicana. Demasiada tentación para Trump.
Imagínese el bochorno de escena: sentados Trump y Sheinbaum, con sus equipos, frente a la prensa, y en eso interrumpe la secretaria Kristi Noem para reclamar a la presidenta de México que haya alentado las protestas violentas en Los Ángeles, lo que hubiera motivado una respuesta de la doctora… etc.
Tenía todo el sentido del mundo verse en territorio neutral, en Canadá, donde manda Mark Carney —que no es precisamente un trumpista— y donde uno imaginaría que el gobierno de México había amarrado las garantías de que no habrá espacio para un desaguisado como el descrito en el párrafo anterior.
Así que, si hay que esperar, pues que se espere.
- *- El autor es periodista y conductor de radio, televisión y medios digitales.
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