Sobre la reducción de la jornada laboral

Durante los siguientes días se llevarán a cabo seis foros organizados por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social para la elaboración de la iniciativa de Ley sobre la reducción de la jornada en los que participarán el sector obrero y el sector empresarial, así como académicos y organismos internacionales.

Este mismo año se aprobará la iniciativa de reforma la cual debe darse de forma gradual y equilibrada que permita su implementación.

Ya hemos comentado ampliamente en esta columna sobre las implicaciones de la inminente reforma de reducción de la jornada de trabajo, por lo que ahora solamente agrego algunas reflexiones más:

La reforma que busca reducir la jornada máxima a 40 horas semanales es sumamente necesaria e importante, como ya lo hemos explicado, pues México ocupa uno de los peores lugares en horas trabajadas entre los países de la OCDE.

Sin embargo, debe evaluarse desde una perspectiva de competitividad de mano de obra calificada y de mentes calificadas en un contexto global, pues México no solo compite en los mercados internacionales contra otros países de América si no con todo el mundo por atraer y retener inversiones naciones y extranjeras que generen empleos formales y bien remunerados.

En esa medición de competitividad hay muchos otros factores que ponen a México en desventaja, como por ejemplo los costos relacionados con la inseguridad, la incertidumbre de los aranceles de Trump y los costos y complejidad del esquema fiscal y de seguridad social, pues para quienes promovemos la inversión y el desarrollo económico en nuestro país sabemos que no es fácil venderlo como destino de inversiones.

Una reflexión importante y muy al margen de la reforma es sobre los trabajadores del Estado. Los funcionarios y empleados públicos y de empresas de gobierno trabajan demasiadas horas y no les aplican los mismos derechos que a los colaboradores de la iniciativa privada, lo cual me parece muy injusto e inequitativo.

En fin, la tendencia que veremos en los siguientes días entre los empresarios será no esperar, prepararse ya con pruebas piloto que les permitan ir midiendo el efecto que tendrá el reducir las horas de trabajo y evaluar todo lo que les permita ser más productivos. Con la implementación de tecnología e innovación muchas empresas de distintos tamaños estarán logrando hacer lo mismo en menos tiempo. Y para las empresas que ya tenemos implementado este esquema de semana inglesa no hay que dormirnos en nuestros laureles, busquemos cómo reducir aún más esas horas de trabajo para lograr contar con colaboradores cada vez más productivos y felices.

•  *- La autora es Contadora Pública Certificada especialista en Seguridad Social.