No iré a votar por los nuevos jueces
La impartición de justicia no puede ser un concurso de popularidad. Ya tenemos un ejemplo castrante en el libro sagrado de los cristianos: cuando pusieron al pueblo a elegir, ¡escogieron al ladrón en lugar de a Jesús!

La impartición de justicia no puede ser un concurso de popularidad. Ya tenemos un ejemplo castrante en el libro sagrado de los cristianos: cuando pusieron al pueblo a elegir, ¡escogieron al ladrón en lugar de a Jesús!
Creo que eso es lo que tenemos enfrente en la “elección” judicial del domingo 1 de junio.
La concepción misma de la idea es una tontería de consecuencias monumentales.
Si te enfermas vas con un médico. Eso no lo sometes a votación.
Si construyes un edificio, una casa, acudes con un especialista, ingeniero, arquitecto, “maistro” de obra.
¿Porque tendríamos que someter a voluntad popular un cargo que evidentemente debe ocupar un experto en leyes?
¿Quiénes somos, el pueblo elector, como para convertirnos en el comité de selección de una materia que nos es (casi totalmente) ajena?
¿Con qué confianza voy a poner en riesgo mi patrimonio, mi libertad, mis intereses ante un juez que solo responde a intereses políticos del momento?
Luego está el tema del diseño de la elección misma: el INE haciendo un desastroso galimatías donde ya no sabes si vas o vienes, si te enteras o si no.
Una elección limpia y transparente debería permitir que el elector sepa quiénes son sus candidatos y qué le ofrecen. Está prohibido hacer publicidad, contratar medios y promoverse abiertamente.
Una elección justa y abierta, debería permitir que todos conociéramos qué estamos eligiendo, para qué temas y el mecanismo del conteo de votos. Nada de eso ha sucedido. ¿Sabes cuál es la diferencia entre un magistrado, un juez de distrito, de control o especializado? ¿Acaso lo dije bien? ¡No se! ¡Me considero un neófito en la materia!
Todo es un auténtico desastre. ¿Has escuchado los promocionales del INE? ¡Ni eso está claro! Te dicen que habrá candidatos que puso cada poder del Estado Mexicano ¿acaso te indican cómo diferenciarlos? ¡Claro que no! ¿Te dan más detalles de cómo elegir? Si, como no. En 30 segundos no se puede informar tanto.
No, claro que no iré a votar en esa farsa que intenta decirnos que la elección judicial es por ser una república democrática. No. Eso es una falacia. La mala intención se muestra cuando no hay claridad ni en cómo votar. Será un desastroso nivel de participación. Ya verán.
Luego está la denuncia que andan hordas de morenistas repartiendo ”acordeones” de cómo y por quién votar. ¡Y eso que está prohibido la participación de partidos políticos!
Con votos ya contados y cantados, como dijo mi caricaturista político favorito, Calderón, mejor me quedo en mi casa descansando y viendo una peli, de todas maneras el objetivo de este gobierno ya está logrado: destruir el último contrapeso que nos quedaba.
- *- El autor es un opinólogo tijuanense enamorado de su ciudad.
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