Visas certificadas
Recientemente nos enteramos por información de internet que: El regreso de Donald Trump a la política estadounidense ha traído consigo una renovada ofensiva contra la corrupción vinculada al narcotráfico en México.

Recientemente nos enteramos por información de internet que: El regreso de Donald Trump a la política estadounidense ha traído consigo una renovada ofensiva contra la corrupción vinculada al narcotráfico en México. Como parte de esta estrategia, su gobierno ha comenzado a cancelar visas y restringir el ingreso a Estados Unidos (EE.UU.) de políticos mexicanos que, según agencias de inteligencia norteamericanas, estarían relacionados con el crimen organizado.
Trump ha iniciado una nueva política de presión sobre México al imponer restricciones de viaje a figuras políticas mexicanas de alto perfil que, según funcionarios estadounidenses, tienen presuntos nexos con el crimen organizado. La medida incluye la revocación de visas y la posible aplicación de sanciones adicionales, en lo que podría convertirse en un conflicto bilateral de alto impacto.
De acuerdo con fuentes del gobierno de EE.UU., se trabaja con una lista confidencial que incluye a varias decenas de políticos mexicanos, algunos aún en funciones, que han sido señalados por agencias de inteligencia como cercanos a redes de narcotráfico. Entre los señalados hay gobernadores, líderes del partido de Morena y exfuncionarios de gobiernos anteriores.
La información fue revelada por funcionarios estadounidenses que pretenden mantenerse en el anonimato debido a la gravedad del tema. Lo que busca la iniciativa es cortar el flujo de apoyo político que reciben los cárteles desde estructuras de poder mexicanas, y enviar un mensaje claro a los involucrados, no serán bienvenidos en territorio estadounidense.
Una de las primeras figuras en ser afectadas por esta política es Marina del Pilar Ávila Olmeda, gobernadora del estado de Baja California. La mandataria reconoció públicamente que tanto ella como su esposo, quien es exdiputado federal, fueron notificados de la revocación de sus visas estadounidenses.
Además de Baja California, medios de comunicación y periodistas mexicanos han reportado que Américo Villarreal, gobernador de Tamaulipas, también habría perdido su visa para ingresar a EE.UU. Aunque esta versión aún no ha sido confirmada por su administración, la sospecha ha generado una ola de especulaciones.
Las fuentes consultadas indican que la lista de políticos mexicanos sujetos a estas restricciones migratorias está en crecimiento. La medida forma parte de un esfuerzo coordinado entre el Departamento de Estado, agencias de inteligencia y autoridades migratorias para identificar a funcionarios que, de alguna manera, han colaborado o se han beneficiado de estructuras criminales.
Aunque los nombres no han sido revelados oficialmente, se presume que entre ellos hay actuales legisladores, exsecretarios de Estado y operadores políticos regionales vinculados con el partido Morena.
Más allá de la revocación de visas, esta política de Trump puede leerse como una advertencia directa a la clase política mexicana, cualquier vínculo, por mínimo que sea, con organizaciones del narcotráfico puede tener consecuencias internacionales. Al negar el ingreso a estas figuras, el gobierno estadounidense busca limitar su margen de acción y visibilizar la relación entre poder político y crimen organizado.
Por otra parte, los beneficios que tiene esta sanción es que los políticos a los que no les restrinjan su ingreso a los EEUU, es como una certificación de no tener nexos con el crimen organizado o al menos esa será la lógica migratoria. ¿A poco no?
- *- El autor es Coordinador del Área Pericial del Instituto INJUS.
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