El estilo Noroña

¿Por qué Fernández Noroña es tan mentado? Mentado en el doble sentido. Hace hablar de manera furibunda a la derecha, es ya un referente para criticar cualquier cosa. ¿Acaso es tan importante?, yo creo que sí, veamos. Si revisamos su trayectoria es de lucha congruente de décadas, se le tachaba de provocador cuando le decía asesino a García Luna, de indisciplinado cuando señalaba la derechización del PRD, de farsante cuando lo encuentran en la sala VIP de México, o en una tienda, o en un vehículo, o en NY. De grosero y corriente cuando en su charla personal en la red puede hablar con lenguaje popular, aunque esté reseñando un gran libro. De mugroso por no lucir con “clase”, les da asco a algunos. Su popularidad es tal que si se le sale un moco es noticia, cada vez está más bajo los reflectores y esto es arma de dos filos. El temor en realidad no tiene que ver con la mala fama que todo lo anterior pueda darle, sino porque es el político relevante más a la izquierda de la actual política mexicana. La izquierda sigue siendo una enorme preocupación para el gobierno estadounidense, de hecho, la izquierda en México está destinada a tenerse que limitar y actuar en el margen del llamado centro izquierda, un sistema donde el estado supere al capital sería una amenaza a la seguridad nacional de nuestros vecinos. El actual presidente del Senado representa un pensamiento claramente marxista, lo presume, sin embargo, no lo enajena, tiene los pies en el suelo. Tampoco lo atrapan las provocaciones de los medios e intelectuales orgánicos que tanto quieren hundirlo. Yo admiro su entereza, tanto cuando quedó en la calle y olvidado, como ahora que goza del éxito. Hasta cuando quiso ser presidente levantó muchas ronchas en MORENA, era el único candidato que espontáneamente cautivaba y arrastraba masas, sin tener dinero o padrinos. Yo le admiro la capacidad de usar elegantemente palabras que pueden incluir el verbo chingar u otras de esas que usamos la mayoría. No es fácil usar el lenguaje popular y mantener el estilo y el contenido didáctico. En el senado es muy formal, en sus charlas diarias de una hora de duración dice lo que piensa, y nunca tiene fuga de ideas, su oratoria es excepcional y muy amena. Bueno, parece inevitable mostrar que soy su admirador, yo invito a escucharlo y no juzgarlo por lo que otros digan de él. Parece que es una amenaza para la derecha, y para los aspiracionistas de MORENA. Señalar al emperador desnudo es su pecado. Pienso que la campaña en su contra es algo digno de reflexionar, parece que si representa un peligro el respeto y entusiasmo que genera.

• *- El autor es siquiatra y ejerce en Tijuana.