Con permisito dijo Monchito, la historia de Don Ramón
Hoy quiero platicarles la historia de un actor muy particular y muy querido en México y en toda Latinoamérica.

Hoy quiero platicarles la historia de un actor muy particular y muy querido en México y en toda Latinoamérica.
Se llamaba Ramón Esteban Gómez Valdés y Castillo. De niño le decían Monchito, pero todas y todos lo conocemos como Don Ramón.
Aunque es capitalino por nacimiento, Don Ramón es orgullosamente juarense por adopción.
Nació en la Ciudad de México el 2 de septiembre de 1924, pero antes de cumplir los dos años de edad fue llevado a vivir a Ciudad Juárez en donde su padre, Rafael Gómez Valdés y Angelini, trabajó como agente aduanero.
Ramón tuvo tres hermanos que se dedicaron a la actuación. El más célebre de todos es sin duda el mayor, Germán Valdés Tin-Tan, pero también sus hermanos menores Manuel “El Loco” y Antonio “El Ratón” dieron mucho de qué hablar.
Quienes los conocieron en su niñez y adolescencia en Ciudad Juárez recuerdan que los hermanos Valdez eran muy vagos, traviesos y ocurrentes.
Germán Valdez fue clave en la carrera de su hermano invitándolo a trabajar en sus primeras películas.
Ramón debutó en 1949 en la película Calabacitas tiernas junto a su hermano mayor y actuó a su lado en La marca del Zorrillo y Simbad el Mareado, entre otras.
Después Ramón seguiría su propio camino actuando junto a verdaderos gigantes del cine mexicano, como Pedro Armendáriz, con quien actuó en Mulata junto con Ninón Sevilla, y con el inmortal Pedro Infante, con quien trabajó en Escuela de vagabundos y La vida no vale nada
La realidad es que el currículum actoral de Ramón Valdés es impresionante. Trabajó en casi 40 películas compartiendo crédito con verdaderas figuras.
Don Ramón tuvo el privilegio de participar en películas de los dos principales cómicos que hemos tenido en nuestro país. Es decir actuó junto con su hermano Germán Valdez “Tin Tan” y también acompañó a Mario Moreno Cantinflas en la película “El profe grabada en 1971”
Sin embargo su personaje más famoso, el que lo inmortalizaría en la memoria de millones de personas en toda Latinoamérica, llegaría de manera tardía, a los 47 años de edad.
La vida de Ramón Valdés cambiaría cuando conoció a Roberto Gómez Bolaños en 1968, con quien trabajó en el show cómico Los súpergenios de la mesa cuadrada, aunque fue hasta 1971 cuando nació Don Ramón como un personaje de El Chavo del 8.
Dicen que la clave del éxito de Don Ramón es que tratándose de él no había diferencias entre el actor y el personaje.
La única instrucción que le dio Chespirito fue muy simple: sé tú mismo y Ramón cumplió al pie de la letra.
Cuentan que de todos los personajes que inventó Chespirito el único que lo hacía reír era Don Ramón.
Don Ramón vestía, hablaba y se comportaba como Ramón Valdés en la realidad.
De todos los actores de El Chavo del 8 era el único que no tenía que caracterizarse con un vestuario, pues como tal llegaba de la calle se paraba ante las cámaras. Él así se vestía todos los días.
Las similitudes entre actor y personaje no terminan en el vestir. Aunque trabajó en tantas películas, Ramón Valdés nunca fue muy bueno para generar y ahorrar dinero y casi siempre andaba con el bolsillo vacío.
Tal como el Señor Barriga lo perseguía para cobrarle los catorce meses de renta que le debía, así se pasó la vida Ramón, esquivando acreedores.
Dicen que María Antonieta de las Nieves, La Chilindrina, quien en la serie actúa como hija de Don Ramón, en verdad lo quería como un padre. De hecho fue Ramón quien entregó en el altar a María Antonieta cuando se casó.
Otro caso interesante es el de la actriz española Angelines Fernández, veterana combatiente republicana en la Guerra Civil de 1936, quien representaba a la Bruja del 71 en El Chavo del 8 y que según dicen, siempre estuvo enamorada de Ramón sin ser correspondida, tal como ocurría en la serie.
La popularidad de Don Ramón es impresionante en Sudamérica, sobre todo en Argentina y particularmente en Brasil, donde se le conoce como Seu Madruga y hasta se han creado videojuegos inspirados en el personaje.
Se casó dos veces y procreó nueve hijos. Su hijo Esteban Valdés escribió el libro Con permisito dijo Monchito en donde narra la historia de vida de su padre.
El 9 de agosto de 1988 murió Ramón Valdés en la Ciudad de México, pero Don Ramón se quedó a vivir en nuestra memoria para siempre y a la fecha nos sigue haciendo reír.
*Esta es una serie de publicaciones especiales del autor, quien colabora en la regeneración de los centros históricos de Mexicali y de Tijuana.
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