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¿Sería entrega a domicilio?

Con la información que tenemos hasta ahora, que es escueta y nada precisa, todos los mexicanos amanecimos con una gran sorpresa: El Mayo Zambada fue aprehendido o se entregó -no se sabe con seguridad- y está en manos de la justicia estadounidense en alguna ciudad de Texas.

José Roberto  Vázquez

Por el derecho a la libertad de expresión

Con la información que tenemos hasta ahora, que es escueta y nada precisa, todos los mexicanos amanecimos con una gran sorpresa: El Mayo Zambada fue aprehendido o se entregó -no se sabe con seguridad- y está en manos de la justicia estadounidense en alguna ciudad de Texas. Por supuesto que cuando digo todos, también englobo a Andrés Manuel López Obrador. Al parecer, fue una operación cerrada cuya ejecución fue solo del conocimiento de muy pocas personas de ambos países, México y Estados Unidos. Esta situación, de muchas maneras, refuerza la visión pobre que se tiene sobre el desempeño de las autoridades encargadas de la seguridad ciudadana, del trasiego de drogas y de la eficacia de quienes son responsables de las aprehensiones de los delincuentes en general. También es una reafirmación práctica, de la desconfianza que internacionalmente se le tiene a la Fiscalía General de la República. Sin embargo, el golpe demoledor es contra el Presidente de la República quien, en su programa mañanero, no tenía respuestas ni pudo aportar información sobre este asunto.

Aquí podemos hacer varias inferencias de las probables cosas que pudieron haber sucedido, primero; que es posible que en el nivel más alto políticamente hablando en nuestro país, si hubiera habido alguna comunicación y se decidiera que, optando por la aprehensión ingenua y sin violencia, casi voluntaria, el Gobierno de México no aparecería involucrado ni se recibirían acciones vengativas, que provocaran el caos en la sociedad. Segundo, al no ser partícipe López Obrador, no tendría bajo su persona, su familia y sus intereses económicos, ninguna repercusión, y evitaría la zozobra de vivir a la expectativa de acciones violentas conTres su persona. Tercero, el país seguiría viviendo con los niveles actuales de violencia y delincuencia, con los cuales conservamos el umbral de tolerancia con el cual lidiamos diariamente. En otras palabras, al ser enterado del plan para atrapar al Mayo Zambada, y reconociendo la desorganización existente, desde el punto de vista de la capacidad efectiva para enfrentar al crimen organizado, y previendo las posibles alianzas que se pudieran habilitar con una aprehensión de tan alto nivel, se optó por jugar el cartucho de ignorantes plenos.

En la mañanera del viernes, López Obrador dijo que existía coordinación y comunicación entre ambos países, y que estaba esperando información de los Estados Unidos, para poder compartirla con la prensa y el pueblo mexicano. La realidad es que si estás esperando que te pongan al tanto de lo que pasó, entonces vas a la zaga en este suceso. Lo que preocupa es la falta de candados para que sucedan las cosas y no haya forma de establecer, con precisión, qué es lo que pasó. En el caso del Mayo Zambada, la necesidad de tenerlo ubicado es de primordial importancia. Por consiguiente, cualquier movimiento de su persona que implique el camciendo bio de circunstancias, y la posibilidad de que escape y se pierda su ubicación, representa un peligro nacional real, el cual debe ser evitado. Sin embargo, se lo llevaron a otro país y nos enteramos de que estaba allá hasta muchas horas después.

En este y en diversos asuntos más, los mexicanos debemos ser informados, pero la verdad es que nos quedaremos como siempre, haciendo nuestros propios análisis y sacando conclusiones. El gobierno federal no nos dirá nada porque esa es su práctica, y además, porque no merecemos saber la verdad. Por lo pronto, la puerta para que cualquier dependencia estadounidense venga a México y haga lo que desee, está abierta. Nada les impide ingresar, llevarse lo que deseen o a quién quieran, y vivir con tranquilidad en sus países. Por lo pronto, a casi dos días del suceso, Andrés Manuel López Obrador no sabe si al Mayo Zambada lo aprehendieron, si lo traicionaron entregándolo o si fue una capitulación voluntaria. Vale.

*El autor es licenciado en Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.

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