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Vejez

“Si Dios baja y me dice, Joe renuncia, quizá lo haré” pero “Dios no bajará” dijo el presidente Biden el viernes.

“Si Dios baja y me dice, Joe renuncia, quizá lo haré” pero “Dios no bajará” dijo el presidente Biden el viernes. Es tal la exposición de las personas hoy en día que es posible identificar algunos de los trastornos mentales. Una mirada psiquiátrica reconoce un trastorno neurocognitivo, probablemente vascular, que estará en un debate de nuevo que se anticipa patético. Enfrentará a alguien con un trastorno de la personalidad narcisista, Trump. La edad avanzada tiende a generar estos síndromes neurocognitivos o a exacerbar algunos rasgos de la personalidad.

No es la primera ocasión que escribo en esta columna sobre los diagnósticos de sendos personajes. Me resulta hasta cruel someter a alguien con un déficit cognitivo ante una persona narcisista e inteligente, al mismo tiempo me parece un claro reflejo de la descomposición del imperio americano. ¿Qué sostiene a Biden?, oscuros intereses ¿Quién impulsa a Trump?, oscuros intereses. Delicado que esté de presidente y jefe del ejército más poderoso del planeta alguien que tiene episodios donde no puede articular adecuadamente las palabras y las ideas, está de florero en la Casa Blanca. Hay una total resistencia a que se someta a un buen estudio neuropsicológico que seguramente saldría suficientemente mal como para no poder ser presidente. Trump nunca se someterá a entrevistas psiquiátricas y psicológicas que seguramente confirmarían el narcisismo como eje central de su personalidad. El próximo secretario de salud para México tiene 81 años, pero mantiene su genialidad, por cierto, su fuerte es el hígado no la salud pública, tuve la fortuna de tenerlo como maestro de asignatura y de verlo actuar como clínico e investigador, me da mucho gusto tenga este reconocimiento, tendrá 87 años al terminar el sexenio, le deseo buena suerte. Trump tiene 78 años y en cualquier momento da el viejazo, mientras tanto habrá que adaptar la política exterior a sus rasgos y acciones narcisistas, por suerte el próximo secretario de Relaciones Exteriores es psiquiatra, esto le dará más elementos para manejar la difícil relación. Los americanos se merecen algo mejor que este par de candidatos, hasta dónde han llegado. AMLO por su lado hará algo excepcional, se suicidará de la sociedad, como en una muerte, desaparecerá. Se retira en el sentido literal, será un impacto para millones de seguidores que lo escuchamos cada vez que podemos, anticipo un ánimo de duelo para muchos. Parece concluyó que así de radical tenía que ser su desaparición pública, muy valiente, lo que me llama muchísimo la atención es a qué dedicará sus primeros años de retiro, a escribir un libro sobre el pensamiento prehispánico, tendrá que echarle mucha imaginación, será su distractor. Pues cada quien decide su ideal de vejez, benditos los que lo logran.

  • *- El autor es siquiatra y ejerce en Tijuana.

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