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Lo que le espera a nuestra Presidente

Hoy inicia un nuevo ciclo político y la próxima Presidente de México se enfrenta a una serie de desafíos cruciales que definirán su rumbo en los próximos años.

Ariosto Manrique Moreno

“Y a penas empieza Cristo a padecer.” Hoy inicia un nuevo ciclo político y la próxima Presidente de México se enfrenta a una serie de desafíos cruciales que definirán su rumbo en los próximos años. A continuación, comparto diez de los principales retos derivados del proceso electoral reciente:

1. Polarización y deslegitimación del proceso electoral: Uno de los mayores desafíos será la polarización resultante de una campaña electoral altamente confrontativa. Las acusaciones de fraude y la “hiperjudicialización” de los resultados podrían mermar la legitimidad del proceso y debilitar la cohesión social.

2. Intervención del crimen organizado: La creciente violencia política, exacerbada por la intervención del crimen organizado, plantea una amenaza significativa. La seguridad de los funcionarios y ciudadanos, así como la integridad del proceso electoral, seguirán siendo preocupaciones centrales.

3. Debilidad Institucional del INE: La renuncia masiva de Capacitadores Asistentes Electorales (CAES) y la división interna en el INE son síntomas de una debilidad institucional que debe ser abordada para restaurar la confianza en el sistema electoral y lo partidos sacar las manos de los órganos autónomos.

4. Capacidad de gobernabilidad: La capacidad de gobernar efectivamente se verá comprometida si los partidos en el poder no logran una mayoría calificada en el Congreso. Esto limitará su capacidad para implementar reformas necesarias y responder a las demandas sociales.

5. Economía y mercado laboral: La estabilidad económica será un reto constante. La incertidumbre política y jurídica puede afectar la confianza de los mercados y del sector empresarial, repercutiendo en la inversión y el empleo.

6. Programas sociales y población vulnerable: La continuidad y eficacia de los programas sociales serán cruciales. La población vulnerable que depende de estos programas necesita certezas sobre su futuro, lo cual dependerá de la capacidad del nuevo gobierno para administrarlos eficazmente.

7. Violencia y seguridad pública: Con un incremento del 150% en la violencia política, la seguridad pública será una prioridad urgente. La estrategia de seguridad debe ser revisada y reforzada para enfrentar la criminalidad que afecta tanto a ciudadanos como a políticos.

8. Movilización y participación ciudadana: Fomentar una mayor participación de las clases medias urbanas y la movilización de los sectores que reciben prograescándalo, mas sociales será esencial para construir una democracia más inclusiva y participativa.

9. Desigualdad regional: Las disparidades entre las diferentes regiones del país, especialmente en estados como Chiapas, Guerrero y Michoacán, que han registrado altos niveles de violencia, requieren políticas específicas que promuevan el desarrollo y la cohesión social.

10. Integridad y transparencia electoral: Finalmente, asegurar la integridad y transparencia del proceso electoral, incluyendo la operación del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) y la capacitación de los funcionarios de casilla, será fundamental para prevenir errores y garantizar resultados confiables.

Estos retos muestran lo complicada que está la situación en México, va para largo… y como diría mi suegro: “a penas empieza Cristo a padecer”.

*- El autor es Director de Testa Marketing, investigación de mercados.

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