Olímpicamente ignorado

Estamos a dos meses del inicio de los Juegos Olímpicos, y no veo el interés característico. Me parece un signo del malestar anímico mundial, demasiada incertidumbre. Se anticipan cambios mayores en los siguientes meses, Trump, guerras, presidenta y sobre todo una sensación casi apocepto el escuchar las amenazas nucleares. Saber que en el planeta hay más de dos mil armas nucleares hace que genere pánico una chispa, un primer disparo de baja potencia que pueda hacer un efecto dominó. Todos los países lo saben, sin embargo, muchos se atreven a sugerirlo como una posibilidad mediante un ataque considerado necesario para su causa. Yo recuerdo haber visto la transmisión de todas las olimpiadas que ha habido en televisión, por lo menos la ceremonia de inauguración. En esta ocasión anticipo controversia cuando salgan los atletas de los países en conflicto, una mezcla de aplausos y abucheos. Los mismos franceses no están muy entusiasmados con sus olimpiadas, de hecho, temen que los parisinos abandonen unos días la ciudad, el alcalde los conminó a quedarse. De por sí en París siempre hay multitud de turistas, esos días se saturarior, rá como nunca. Mi primer trabajo lo tuve a los 17 años en el equipo de la olimpiada cultural, de niñero, fue la primera olimpiada ampliamente transmitida al mundo, Octavio Paz dijo que la Olimpiada de 1968 atavió fugazmente al país de una imagen de universalidad, modernidad y unidad nacional, a pesar de los sucesos días antes, el 2 de octubre. Había un espíritu de fiesta nacional, la gente estaba muy al pendiente del desempeño de sus atletas, el Sargento Pedraza y Felipe Muñoz fueron héroes, hoy en día es probable que muchos están distraídos en otros asuntos y no solamente no sepan el nombre de sus atletas estrella, sino que ni tienen presente que están por iniciar los juegos. Tenemos un malestar colectivo notorio, en nuestro caso exacerbado por la delincuencia. Cada quien tiene su lista de malos y buenos: rusos, americanos, israelíes, ingleses, palestinos, chinos, franceses y otros estarán en las listas. Si me preguntan a quienes veo más arrogantes y tontos, a la Unión Europea. Históricamente han sido los protagonistas de muchísimas guerras, ahora personajes como Macron fanfarronean y agitan, se están haciendo mucho daño. Hacía decenas de años que no veía el festival de la canción Eurovisión, decidí verlo para entender qué les pasa a esos países, dura más de tres horas, pero los invito a que vean fragmentos de las canciones concursantes y díganme qué piensan. A mi me parece una digna representación del malestar que tienen por estar muy enajenados en la liberación de los deseos individuales por encima de las normas tradicionales, ser o no ser, aquí está el problema.

• * El autor es siquiatra y ejerce en Tijuana.