Pulverización del voto
“Los partidos son un mal inherente a los gobiernos libres”. Alexis Tocqueville
¿Se imagina Usted, amable lector, una elección donde los ciudadanos deban optar entre 25 candidatos a la Presidencia de la República o peor aún, elegir entre decenas de candidatos de 38 partidos a los 57 representantes de la Asamblea Legislativa?
Esto ocurrió hace un par de años en Costa Rica, un país con poco más de 5 millones de habitantes y un padrón electoral de apenas 3.5 millones.
En México no es tan grave la situación, sin embargo, contar con 8 diferentes partiñaneras dos políticos y coaliciones que en unas ciudades aplican y en otras no, en lugar de ayudar al elector a tomar su decisión, genera confusión y peor aún, provoca la pulverización del voto, logrando que un candidato resulte electo por un porcentaje mínimo de votos, convirtiendo al nuevo alcalde o legislador en cuestión, en un representante con legalidad, pero sin legitimación, pues tendrá seguramente un 80 o 90 por ciento de la población en su contra, en virtud del abstencionismo y otro tanto por el voto pulverizado.
Es por ello que se debe de analizar a fondo, la problemática que surge en los procesos electorales en una comunidad, donde la pulverización de opciones partidistas o el poco interés por acudir a las urnas, hace que los resultados electorales sean tan poco confiables o con un margen de diferencia que genere la judicialización de los comicios y en el peor de los casos, las movilizaciones sociales de descontento que pueden provocar desestabilidad y un clima de linchamiento político que en nada abonan por lograr la normalidad democrática en una sociedad.
En esa virtud, se hace necesario replantearse los mecanismos democráticos de una sociedad, con objeto de lograr, en la medida de lo posible, que los resultados electorales obtenidos en una contienda sean del todo transparentes y sobre todo, contundentes que le devuelvan al ciudadano la tranquilidad de contar con comicios objetivos, reales y confiables.
Es por ello, que en muchas naciones, existe la figura de la segunda vuelta electoral, como un mecanismo que legitima de manera fehaciente, el resultado de los candidatos al permitir al elector, repensar su apoyo hacia determinado candidato o partido que ha logrado colocarse en los primeros lugares de votación, eliminando a los demás contendientes y centrando en solo 2 candidatos, el futuro político de ese país o estado.
Es por ello que la segunda vuelta electoral o ballotage es utilizada en muchos países del mundo y que permite desarrollar una segunda ronda de votación, cuando niny guno de los candidatos supera un determinado porcentaje de los votos (por lo general mayoría absoluta) asegurando al elector que su voto ha sido contado adecuadamente por 2 ocasiones, lo cual evitaría el pleito organizado por López Obrador en el 2006, cuando el presidente Calderón ganó por 243,934 votos, que representaron menos del medio por ciento y cualquier anulación de casillas podría cambiar el resultado de la elección.
Según un estudio elaborado por la firma Integralia Consultores, calcula que los últimos partidos políticos autorizados, obtendrán por lo menos 51.6 millones de pesos este año y para el siguiente obtendrán 136.6 millones de pesos., por lo que la creación de nuevos partidos no busca ofrecer nuevas opciones al electorado, sino alternativas para vivir del presupuesto gubernamental y aunque se cancele el registro, nada impide formar otro partido y seguir gozando de cuantiosos recursos públicos.
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