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México, país de acogida a extranjeros perseguidos

“Ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad.” José Martí

El concepto de asilo proviene del latín “asilium”, que significa un lugar inviolable o donde no se puede ejercer la persecución. México tiene una tradición como país hospitalario, recibiendo a un sinnúmero de personas en situación de vulnerabilidad, ya por su ideología, ya por sus acciones, pero siempre han encontrado cobijo en este bendito país.

De los primeros personajes asilados en México, se encuentra el poeta y revolucionario José Martí, que pasó cerca de 2 años en México en 1875 a consecuencia del destierro que Cuba le decretó.

Durante la Guerra Civil Española, Lázaro Cárdenas le abrió la puerta a más de 25,000 españoles, entre los que estaban el poeta León Felipe y el director de cine Luis Buñuel. En esa época llegaron también los llamados “Niños de Morelia”, que eran huérfanos de la Guerra en España, los cuales fueron albergados precisamente en la capital de Michoacán, los cuales luego se convertirían en ciudadanos mexicanos.

Cárdenas también recibió en 1936 al revolucionario ruso León Trotsky, quien más tarde muere asesinado en Coyoacán.

En 1955, durante el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines, se recibió y apoyó “en secreto” a Fidel Castro y a su grupo cercano, permitiendo que se prepararan en nuestro país antes de que diera inicio la revolución cubana.

Después del golpe de Estado en Chile de 1973, en el que murió Salvador Allende, México recibió a una buena cantidad de militantes de izquierda que tuvieron que huir al arribo del General Pinochet.

En 1976, durante el golpe de Estado en Argentina, el presidente de ese país, Héctor José Cámpora, se asiló en la embajada de México en Buenos Aires, donde permaneció tres años, hasta que en 1979 las autoridades militares le permitieron partir hacia México.

En el año de 1979 y a raíz de su derrocamiento en Irán, el gobierno mexicano le concede asilo a Mohamed Reza Pahlevi, conocido como el último Sha de Irán. Este personaje fue depuesto durante la Revolución Islámica en Irán, trasladando su residencia a Cuernavaca.

En 1980 la activista y premio Nobel de la Paz en 1992, Rigoberta Menchú, tuvo que huir de la Guerra Civil en su natal Guatemala, recibiendo asilo en México.

En 2009 el presidente Calderón recibe a Manuel Zelaya, el depuesto presidente de Honduras, sin embargo su estancia duró solo 2 días, en virtud de que se supo que en reuniones privadas se dedicó a hablar mal de México y de los mexicanos, por lo que tuvo que abandonar el país.

Además de estos personajes, existen numerosos ejemplos de asilados políticos, como Ernesto “Che” Guevara, Pablo Neruda y Evo Morales, además de importantes exilios masivos de argentinos, judíos y libaneses, entre otros.

Por ello, los mexicanos estamos indignados con la actitud asumida por el gobierno de Ecuador, que irrumpió en nuestra sede diplomática en Quito, para sacar a la fuerza al ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien gozaba de asilo diplomático, violando el artículo 22 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, que establece que las sedes diplomáticas son inviolables y que los agentes de las fuerzas del orden de