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Gira presidencial por el sector salud

En un mundo de fantasía, el Presidente de la República soñó que durante su mandato podría consolidar un proyecto largamente acariciado por los mexicanos: contar con acceso universal a la salud para todos.

En un mundo de fantasía, el Presidente de la República soñó que durante su mandato podría consolidar un proyecto largamente acariciado por los mexicanos: contar con acceso universal a la salud para todos. Un sueño no solo frustrado comparativamente a 2018 sino que empeoró drásticamente en 2024.

El problema para estos más de cinco años de gobierno es que, creyéndose todopoderoso, de deshizo de lo poco que funcionaba medianamente bien: el seguro popular y su cobertura amplia de enfermedades, la compra y distribución de medicamentos, la inversión en hospitales por parte del IMSS y las entidades correspondientes en los estados.

Ya es conocido el fracaso absoluto del INSABI y su consecuente desaparición, el desbastado crónico de medicina en todos los niveles, la falta de vacunas a menores, la desatención a enfermedades como el cáncer y en general los graves problemas de desabasto en insumos hospitalarios hasta para tratar una herida menor.

Para acabarla de amolar, a esta administración le toca la pandemia del Covid 19 que resultó en una desastrosa tragedia de casi un millón de muertos con el agravante que fuimos el país que más médicos y personal médico falleció durante ese período a falta de vacunas y equipamiento para ellos.

Hago este recuento porque el Presidente AMLO acaba de anunciar que visitará 23 estados - todos con gobiernos morenistas- para “evaluar” los “avances” en materia de salud. ¡Que ganas de hacerle al tío Lolo! ¿Cual avance? ¿Cual sistema? ¿Cual resultado?

Para no variar, las visitas se harán en plena campaña electoral y en una crisis de su candidata que no deja de sorprender en su errática conducta.

Lo que encontrará el Presidente, si le presentan la realidad, es que los adultos mayores tienen que gastar la Pensión Universal en las farmacias y consultorios médicos del sector privado. Encontrará que hay hospitales generales que no tienen ni gasas de curación y que el personal hace su mayor esfuerzo en condiciones insalubres o realmente paupérrimas. Encontrará que los ciudadanos esperan horas y horas para que los atiendan en el seguro social para cualquier consulta. Encontrará que si acaso te asignan una operación mayor en el IMSS, con suerte quede programada para los siguientes 6 meses si no te la cambian de último momento. Encontrará que hoy somos un pueblo con mas enfermedades crónico degenerativas que antes de iniciar su mandato porque muy poco se ha hecho para prevenirlas con una política consistente.

El Presidente encontrará lo obvio: estamos lejos, muy lejos, de convertir al sector salud en uno que se compare al de Dinamarca que tanto ha prometido en su cansada palabrería mañanera. En otras palabras, no hace falta hacer ninguna gira -¡y menos a 23 estados!para cerciorarse que su paso por la administración pública en esta (y otras) materia, ha sido un verdadero desastre.

El problema, además de una mala toma de decisiones operativas en el sector, es que el presupuesto federal ha disminuido para la salud. No tenemos ni paracetamol pero hay un tren que transporta más personas al mes que cualquier camión en el Blvd. Agua Caliente. No tenemos agua oxigenada pero seguimos metiéndole dinero a Pemex, cada vez más quebrado. No tenemos médicos y enfermeros mejor pagados pero andamos rescatando y financiando aerolíneas que vuelan con un pasajero en un viaje. No contratamos nuevo personal en hospitales pero si le mandamos dinero, gasolinas y alimentos a países como Cuba, Nicaragua y Venezuela. Las prioridades están volteadas. El dinero público no se usa inteligentemente. Urge hacer y exigir un México diferente.