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Retos en la frontera

Desde Tijuana hasta Matamoros tenemos el común de la singularidad de vivir en la línea fronteriza con Estados Unidos.

Desde Tijuana hasta Matamoros tenemos el común de la singularidad de vivir en la línea fronteriza con Estados Unidos. Aunque no es lo mismo colindar con Texas que acá con California, hay elementos en común suficientes como para definir al ciudadano fronterizo, con problemas en común, así como costumbres. Somos la línea roja del narcotráfico, donde se acumulan las grandes cantidades de droga en espera de cruzarlas. Tres temas ocuparon al Congreso americano en estos días, grandes cantidades de dinero para Ucrania, Israel y la frontera americana con México. Ya sabemos que seremos el terreno de más ruido electoral, que podemos experimentar este año, o el próximo, grandes movimientos de fuerza en la línea divisoria. Dependiendo del camino tan surreal que resulte entre un Biden sobre el que cae el señalamiento de incompetente por déficit cognitivo, por otro lado, tenemos a Trump quien es garantía de presión sobre nosotros. La migración y las drogas se filtran y acumulan aquí, hay contagio de las drogas destinadas a la exportación. El Fentanilo ya está en nuestras calles, era inevitable dada la epidemia americana y la oferta fronteriza. Aunque la Metanfetamina sigue siendo el problema mayor, mañana será otro compuesto. La demanda americana por más potencia en la droga generará más producción en masa en el extranjero, los costos por dosis disminuyen, las ganancias de los traficantes aumentan. Los usuarios de drogas sintéticas tienen en la frontera un polo de atracción, será siempre mayor que en el resto de México. El Fentanilo es un buen ejemplo del curso que toman las cosas, antes era la heroína la droga opioide tradicional, ya era un problema, con el Fentanilo tenemos una sustancia cincuenta veces más potente, sí cincuenta. Ya hay sobredosis en las calles y cadáveres con señales de la sustancia, lo reportan las autoridades. Se dice que con un kilo ganan los cárteles del otro lado doscientos mil dólares. Si hay oferta siempre habrá personas con problemas mentales que encontrarán interés en cuanta droga les pongan enfrente, muchas de ellas son rápidamente adictivas. Muchos problemas mentales que acabarán bajo la sombra de los nuevos problemas mentales que conlleva su uso y ya abundan entre nosotros. Finalmente los migrantes, viendo para allá pero viviendo aquí, anticipo nuevas y numerosas caravanas que tendrán que eventualmente detenerse en la frontera con Guatemala. No veo una clara investigación sobre la gestación de las caravanas, pero el dinero apunta a Nicaragua, allí se organizan y terminan en nuestra frontera. El hecho de que rechacen el 80% de las solicitudes no parece disuadir a esos millones. Puede haber enormes deportaciones, cada día más personas sin techo ni alimento, tenemos un gran reto. La frontera se agitará, al mal tiempo buena cara.