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Febrero, mes de la prima de riesgo

Este mes de febrero se debe cumplir con una de las obligaciones más importantes para los empresarios en materia de seguridad social, ya que con ello se mide su nivel de riesgo ocupacional.

Este mes de febrero se debe cumplir con una de las obligaciones más importantes para los empresarios en materia de seguridad social, ya que con ello se mide su nivel de riesgo ocupacional.

Febrero es el mes del amor, pero también es el mes en el que se debe cumplir una de las obligaciones más importantes en las empresas. Se trata de la determinación anual de la prima de riesgo, que no es otra cosa que la revisión anual de la siniestralidad. Para ello, deben analizarse a detalle cada uno de los accidentes y enfermedades de trabajo que hayan ocurrido y terminado durante el año anterior y los días que hayan sido subsidiados por incapacidad temporal, así como las incapacidades permanentes o defunciones que hubieran ocurrido a sus trabajadores durante el ejercicio de su trabajo.

Cabe recordar que las incapacidades por riesgo de trabajo cubren íntegramente el salario del trabajador durante su incapacidad y los gastos médicos correspondientes. Por lo que las prestaciones en dinero y en especie son financiadas por el patrón mediante el incremento de su prima de riesgo. Es por ello que el tener registrados a sus trabajadores en el seguro social no es opcional, es una obligación que, al cumplirla, libera al empresario de compromisos en relación a los riesgos de trabajo, siempre que siga pagando sus cuotas. Y aunque es caro su cumplimiento, el no tener asegurado a un trabajador puede salir más caro. Por su parte, los colaboradores también deben cumplir su parte en la prevención, ya que un descuido puede provocar una tragedia.

La determinación anual de la prima de riesgo se realiza anualmente durante el mes de febrero y más allá de cumplir con una obligación para evitar multas y créditos fiscales, es una medida de conciencia para los empleadores sobre la seguridad de su impresa y, en su caso, la necesidad de implementar y mejorar medidas de prevención.

Por lo que el IMSS se coordina con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social con el objeto de realizar programas para la prevención de los accidentes y las enfermedades de trabajo. Este año de 2024, además, deberán considerarse las enfermedades que recientemente se agregaron a la nueva tabla de enfermedades de trabajo. Por otro lado, en la modalidad de teletrabajo, cada vez más común en México, también se deben cumplir lineamientos para preservar la salud y la seguridad del trabajador, como el uso de sillas ergonómicas, etc. Asimismo, en el trabajo a distancia se debe respetar el derecho a la desconexión de los trabajadores al término de la jornada laboral, como una medida de preservar la salud mental del trabajador.

Como siempre, existen empresas que cumplen con certificaciones de seguridad e higiene mucho más estrictas que las leyes y normas oficiales mexicanas, pero también otras que tienen aún mucho que trabajar en la adopción de una cultura de seguridad que sea permanente entre los miembros de la empresa y no solamente se aplique para cumplir con una certificación o programa específicos. La cultura de prevención ocupacional es un compromiso de todos por la seguridad, se trata de promover la salud y el bienestar dentro de la organización, lo cual, cada vez cobra mayor importancia en el mundo empresarial.

  • * La autora es contadora pública certificada especialista en seguridad social.