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‘’Otra historia’'

El primer beisbolista nacido en México que jugó con Dodgers de Los Ángeles fue Vicente Romo.

El primer beisbolista nacido en México que jugó con Dodgers de Los Ángeles fue Vicente Romo.

Es cierto, Baldomero “Mel” Almada fue el primero con el equipo azul, sin embargo, la estancia del sonorense se registró cuando los “esquivadores” hacían del Ebbets Field su casa en Brooklyn.

En 1958 el equipo se mudó a California donde, diez años después, el “Huevo” debutó en Grandes Ligas.

A esas alturas del siglo, Almada Quirós ya tenía casi veinte años en el retiro de la Gran Carpa.

Romo Navarro tenía 25 años el día que se presentó en el “Big Show” en 1968.

Fue en el Estadio de Dodgers de Los Ángeles que estaba apenas en su séptima campaña de Grandes Ligas –ahora el tercero más viejo de todo el circuito.

El 10 de abril los californianos abrieron la temporada 1968 con un duelo contra Filis de Filadelfia y, al día siguiente, México sumo su representante 16 en el máximo nivel del béisbol cuando se midieron a Mets de Nueva York en un jueves por la noche y Romo se paró en lo más alto del diamante.

Ese año la rotación de Dodgers contaba con los brazos de Don Sutton, Don Drysdale, Claude Osteen, Bill Singer y Mike Kekich. El estelar Sandy Koufax se había retirado al término de la campaña de 1966 pero frecuentaba la pretemporada en Florida y el estadio de Dodgers.

“En general todos mis compañeros me trataron muy bien; yo era el único mexicano en ese entrenamiento y Drysdale (Don) me invitaba a tomar tequila, aunque ahí andaba Koufax (Sandy) y Sutton (Don) también. Era gente que te respetaba y te miraba bien”, dijo el ex lanzador sudcaliforniano.

Para Romo podría decirse que fue algo así como “debut y despedida” con Dodgers de Los Ángeles, ya que el derecho completó todo el “Spring Training” y logro meterse al roster inaugural, sin embargo, sólo participó en un juego con la escuadra que en ese tiempo dirigía el histórico manejador Walter Alston.

“Yo quería ser como todas esas estrellas, igual que cuando de chamaco iba por las pelotas que se salían del estadio Abelardo L. Rodríguez de Guaymas y que yo quería ser como esos peloteros que estaban jugando, así también cuando ya estaba en esa pretemporada (1968) yo quería llegar a Grandes Ligas y gracias a Dios se me cumplieron los dos deseos”, agregó.

Aquel 11 de abril de 1968 Romo Navarro fue requerido y se puso a calentar en el bullpen.

Su encomienda fue la parte alta de la novena entrada de un juego que Dodgers perdía 3-0 ante Mets de Nueva York.

“Íbamos perdiendo por eso me metieron yo creo”.

Recordó sonriendo durante una serie de entrevistas para su libro biográfico. “Jugábamos en ese gran estadio y me impresionó; yo estaba en el bullpen y vas para adentro en la novena entrada”.

Y así fue precisamente.

Una parte alta de la novena ronda en la que le dieron su bautizo.

El “Huevo” entró a relevar a Jack Billingham y recibió una carrera sucia producto de un imparable, un error -que él mismo cometió- y un elevado de sacrificio de Ken Boswell para remolcar a Jerry Grote con el 4-0 que se convertiría en ley al cerrarse el noveno tramo.

“El único juego ese año con Dodgers fue mi debut contra Mets y trabajé una entrada, pero ya no volví a lanzar con ellos; yo desde la pretemporada les había demostrado que podía hacer el trabajo ahí y aun así me mandaron a Portland”, explicó.

En realidad, los Dodgers de Los Ángeles no lo mandaron a Portland ya que eso no era posible porque no era sucursal de la franquicia californiana.

Beavers de Portland era filial de Indios de Cleveland. ¿Entonces qué fue lo que ocrrió para que Vicente Romo jugará en Portland en 1965 y 1967, luego apareciera en 1968 con Dodgers de Los Ángeles, para regresar –en ese mismo 1968- a Portland?

Fácil.

Aquí es donde entra la figura de la afamada “Regla 5″. En 1964 los Tigres Capitalinos vendieron a Vicente Romo a Indios de Cleveland, pero el 28 de noviembre de 1967 los Dodgers de Los Ángeles lo tomaron en el draft de “Regla 5″.

Luego de la pretemporada y su debut en Grandes Ligas, los mismos Dodgers lo dejaron libre para su regreso a la organización de Indios de Cleveland que lo asignó a la sucursal de Portland.

“Iba yo muy contento corriendo del bullpen a la lomita para mí debut, porque ahí tenías que correr y recuerdo que saqué la entrada y me dije: “De aquí soy” y nada, que me regresan a Portland”, mencionó con una carcajada.

Con ese capítulo, la historia de Vicente Romo había iniciado en Grandes Ligas y fue con Dodgers de Los Ángeles, equipo con el que catorce años después cerraría su etapa en el nivel más alto, pero esa es otra historia.

Luego de él han pasado otros 18 mexicanos más por el conjunto azul, pero el “Huevo” fue el primero con el equipo ya en la sede de Los Ángeles.

Por cierto, también el primer beisbolista nacido en México que jugó con Padres de San Diego fue Vicente Romo.

Pero eso fue varios años después y es otra historia. Que le vaya bien…!