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¿Y si se unieran?

Pareciera que hemos visto todo lo que la violencia y la delincuencia nos pueden traer, y que no falta nada por ver. 

Por el derecho a la libertad de expresión.

Pareciera que hemos visto todo lo que la violencia y la delincuencia nos pueden traer, y que no falta nada por ver. Si de cuestiones violentas se trata, creo que algunas variaciones muy sutiles de asesinatos aún nos sorprenderán. Pero van a ser pocas. Lo que está surgiendo desde el centro de nuestra sociedad, es la forma como los habitantes de las poblaciones pequeñas reciben a las columnas del crimen organizado, al entrar a sus poblaciones, y la confianza y la felicidad que manifiestan con su llegada. Esto porque, al parecer, existe una faceta en el crimen organizado que busca beneficiar o las poblaciones pequeñas, manteniendo la zona en relativa calma y ayudándolos financieramente.

Se dice, también, que cuando uno de los jefes de la zona en cuestión vive dentro de ella, sale una orden de su parte, para que nadie caliente el lugar, se respeten las pertenencias de los avecindados allí, y no se ejecute ni se tire a nadie en esos terrenos. La orden se cumple y nada que rompa la calma e interrumpa la paz sucede. En otras palabras, lo que está sucediendo en México actualmente, es una guerra inmisericorde entre los carteles, por la cual ha habido muchos muertos, y no parece que, en el corto, mediano y largo plazos vaya a terminar. Las pugnas siguen y, aunque se habla de treguas entre el crimen organizado, estas se estarían dando en lugares aislados y por un espacio corto de tiempo. En ese inter no hay muertos, descienden los delitos contra la población y una momentánea calma surge y le da un respiro a la población.

También ha trascendido que, en cuesPero tiones del mercado local, la delincuencia organizada ha cobrado impuestos por medio de extorsiones, ha determinado precios de la tortilla del limón y ha determinado cuándo y cuánto se cosecha y se lleva al mercado nacional e internacional. Se sabe a ciencia cierta, qué recursos financieros recibidos por candidatos a puestos de elección popular, han convertido a candidatos en funcionarios electos. En otras palabras, ya no es solo el comercio ilegal de drogas, sino que se incursiona en las áreas del gobierno de manera elemental, pero que se puede intensificar.

Por eso surge la interrogante de que si los diferentes carteles llegaran a un entendimiento y decidieran unirse, y tomaran decisiones que comenzaran a resolver problemas como los altos índices de ejecuciones y otros delitos; que por medio de esta unión formaran un gobierno alterno que compitiera con el actual, ¿Qué es lo que podría suceder? Como muchos mexicanos yo tampoco lo sé. No tengo ni siquiera la seguridad de que pudiera suceder, o de que estén interesado en algo como esto de gobernar. De lo que sí existe la posibilidad es que, ya están influyendo en decisiones de gobierno que afectan a las poblaciones de todo el país. ¿Será la estrategia de abrazos y no balazos una decisión de este tipo? Porque cada vez ocurren más asesinatos múltiples que desafían de frente al gobierno y nada sucede. Ya no sabe uno qué pensar y a lo mejor, lo que están haciendo es poner la otra mejilla. Vale.

* El autor es licenciado en Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC

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