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Feminicidio y celopatía

El feminicidio y la celotipia, una relación poco señalada. La mayoría de los llamados delitos pasionales son una celotipia masculina combinada con alcohol o con un delirio muy avanzado.

El feminicidio y la celotipia, una relación poco señalada. La mayoría de los llamados delitos pasionales son una celotipia masculina combinada con alcohol o con un delirio muy avanzado. Se trata de una enfermedad de celos patológicos, celos fuera de la realidad. Es más común de lo que se imagina, máxime en áreas, como la nuestra, con un enorme consumo de metanfetaminas y cocaína. En ocasiones no es algo activado por una droga, sino una expresión de algo que ya viene genéticamente determinado. Suele activarse a partir de la adolescencia, me ha tocado ver de todas las edades por lo que sabemos que es una condición crónica, una advertencia para la pareja, siempre termina mal, hay que saber atenderlo a tiempo o hacerse a un lado. Paradójicamente responden bien al tratamiento farmacológico especializado, pero justamente su certeza delirante impedirá que se tome un medicamento, se resistirán y hasta se ofenderán por sentirse señalados como alguien que inventa o está loco. Es una situación muy delicada. Los celos en la mujer, por patológicos que sean, raramente terminaran en asesinato. El hombre es más propenso, por el patriarcado, sin duda, pero también por la expectativa de impunidad y sobre todo por tener activado dentro de su cerebro masculino un patrón de conducta que compartimos con varias especies. Sería largo analizar los celos como un mecanismo de control de las hembras en la naturaleza, pero no somos ajenos a ello. La fuerza y las características reproductivas del género masculino le dan de entrada una superioridad que no contribuye a lo que aspiramos, la equidad de género. Los celos no patológicos también es algo innato, algo que sirve para la monogamia y que es parte de nuestra forma de relacionarnos con el otro. Los celos infantiles o los adolescentes de rivalidad o los amorosos organizan mucho de nuestro sentir hacia el otro. Pueden ser muy sanos y constructivos, por moderados y amorosos, puede ser una genuina reacción ante la mirada del amado dirigida a otro. Personas que son farol de la calle y en casa celan a su pareja constantemente con amenazas y trampas. Cuando se identifica a un hombre con celotipia es una señal roja para cualquier persona que sea pareja de uno de ellos. Hay que educar a identificar esta terrible patología, y generar formas de atención y tratamiento con la protección de la mujer en cuestión. Muchos hombres dirán que ellos también son víctimas de una mujer celosa, sí, pero ellas temen agredir, con razón, y queda solamente en reclamo continuo. Hablando de parejas, el Oscar para Deep vs Heard, en mi opinión, un trastorno de la personalidad límite vs un narcisista. Dinero y fama respectivamente.

*El autor es siquiatra y ejerce en Tijuana.

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