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El mensaje a los aspirantes

Actualmente estamos viviendo tiempos inéditos en la política nacional. Nunca en la historia política se había adelantado la elección presidencial, cuando aún faltan poco menos de tres años para concluir la administración.

Actualmente estamos viviendo tiempos inéditos en la política nacional. Nunca en la historia política se había adelantado la elección presidencial, cuando aún faltan poco menos de tres años para concluir la administración. La caballada está desbocada y nadie la puede parar. Para todos aquellos que desean competir por la grande deben de prestar mucha atención a los mensajes que el gobierno actual ha estado enviando a los probables, no únicamente de Morena sino también a los de oposición. Cualquiera que tenga aspiraciones políticas y desea participar por algún partido de oposición tendrá que tener mucho cuidado, porque el partido en el poder y el gobierno en turno pudieran descarrilar y arruinar su candidatura. Sería más recomendable que permaneciera de incógnito, sin adelantarse y sin mostrar sus aspiraciones políticas, hasta el final. Por ello, el “tapado”, le funcionó al PRI durante mucho tiempo, cuando se trataba de designar candidato a la presidencia de la república. López Obrador, ha expresado que “Ya no hay tapados, yo soy el destapador y mi corcholatas favorita va a ser la del pueblo”. Fiel a su estilo, siempre lavándose las manos, pero todo mundo sabe que el “pueblo” es él, que él ya lo reencarnó. Al final será su dedo “flamígero” que le dará “luz y línea” a quien será su sucesor.

Todavía faltan meses para saber quién será el abanderado y quienes se inconformarán y saldrán de la 4T para abanderar otras causas al margen de la institución. Es muy probable que se presenten enfrentamientos internos en Morena. Será muy difícil calmar los ánimos en la membrecía y someterlos al orden. Las tribus jalarán para dónde les convenga, el problema es la falta de una estructura sólida para controlar y alcanzar la unidad. Hasta ahora las corcholatas favoritas destapadas por López obrador son Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard. Claudia a pesar de tener todo el apoyo del presidente - así lo ha expresado públicamente- carece de personalidad, discurso, se le nota muy pasmada, le falta carisma y es muy poco conocida en el resto de los estados.

Marcelo es un hombre con experiencia, que conoce muy bien los laberintos de la política, es más conocido que Claudia, su perfil no es la de un ferviente creyente de la 4T y menos de Morena, más bien, es un personaje que se le ubica como “Fifi”, no es populista ni de izquierda, más bien se le ubica como un político de centro democrático. Otra corcholata que no fue destapada, pero que tiene todos los méritos por ser un político experimentado, avezado y formado en la lucha, que ha ocupado varios puestos de elección popular, pero que no ha sido reconocido últimamente por el presidente. Morena lo acusa de ser el artífice de la pérdida de alcaldías en la CDMX. Es el zacatecano Ricardo Monreal jefe de la Bancada de Morena en la cámara de senadores que ha sido de mucha utilidad en las negociaciones para sacar iniciativas de ley que ha propuesto el presidente. Se dice y no precisamente en secreto que, si Marcelo o Ricardo no salen designados, habría ofrecimientos de otros partidos de oposición para ofrecerles la candidatura, y vaya que le darían a Morena y a la 4T grandes dolores de cabeza. Pese a lo anterior, las corcholatas han iniciado ya una campaña soterrada. Mientras posean sus puestos, presupuesto y una exposición permanente en los medios, no desaprovecharán la oportunidad para mostrarse y promover su candidatura.

Habrá, sin embargo, que tener cuidado con el engaño, las fintas y mentiras para desorientar a los candidatos. El “tapado” existe, y no creemos que sea alguno de los mencionados. Hasta ahora ha sido un misterio y sabemos que los opositores al régimen serán “desfondados” o “descarrilados” y hasta “exiliados”, antes de arribar al poder. Como el caso de Ricardo Anaya, quien es acusado de recibir dinero para aprobar las reformas en tiempos de EPN, el “Bronco “por haber utilizado dinero público para su campaña presidencial y los cerca de 100 candidatos que fueron aniquilados en la pasada elección. Por último, la “cultura del tapadismo” continuará y muchos habrán de ser los sacrificados antes de llegar. Esperamos que las cosas no se salgan de control y tengamos en el futuro mejores gobiernos, por el bien de todos.

*- El autor es economista egresado de la UABC

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