Supersticiones
En este recién nacido 2022, al recibir los parabienes, muchos cruzamos los dedos con fervientes deseos de que se cumplan.
En este recién nacido 2022, al recibir los parabienes, muchos cruzamos los dedos con fervientes deseos de que se cumplan. Aun así, hay quienes “tocando madera” dicen que no son supersticiosos. Y, “aunque usted no lo crea” hay casos para Replay que aseguran que “ser supersticioso es de mala suerte”.
Parece que es cuestión de ser precavido. Por ejemplo: no somos supersticiosos, pero evitamos pasar por debajo de una escalera; para que nos vaya bien, nos levantamos con el pie derecho y evitamos ser trece a la mesa. Y, si alguien nos dice que esas son supercherías; le revisamos, “por si las moscas”.
Se considera de mala suerte pasar el salero de mano a mano; muchos lo ponemos sobre la mesa al alcance de quien nos pidió la sal. Y, ¡aguas con tirar la sal al piso!, porque nos cae el chahuistle: lo que quiere decir que algún mal nos aquejará; haciendo alusión a la plaga del chahuistle que al caerle al maíz, lo destruye.
En el mundo de lo esotéricos o suigéneris: No hay que señalar el arcoíris con los dedos porque te saldrán mezquinos. Si le barren los pies a una mujer joven y soltera se casará con un viejo. Y, si una mujer embarazada se expone a un eclipse, el bebé puede nacer con labio leporino…
Para cerrar con una mexicanísima superstición: Si te da comezón en la palma de la mano y te rascas… ¡pierdes una posible fortuna!
LA PALABRA DE HOY: SUPERSTICIÓN
Del latín 'superstitio' / 'supertitionis' formado con el prefijo super- / “sobre”, más la raíz del verbo 'stare' / “estar de pie” y el sufijo -tion que indica acción o efecto.
Creencias, tabúes, temores, supercherías populares y hasta veneraciones religiosas. Siempre “más allá” o “por encima” de lo científico, lógico y natural.
DE MI LIBRERO: DEL AMOR Y OTROS DEMONIOS
En un ensayo de Julieta García Zenteno -publicado en líneaacerca de la novela del escritor colombiano, Gabriel García Márquez: “Del amor y otros demonios” (publicada en 1994), se lee: “… el título constituye una exacta anticipación del tema central de la novela: el amor, pero acompasado siempre por los apremios del erotismo y por las impertinencias de la intolerancia.”
El amor de Cayetano y Sierva María -personajes centrales de la novela- está condenado por la incomprensión, la intolerancia y la superstición.
Sierva María, desatendida por su madre y su padre, quienes se odiaban y veían en la niña el reflejo de su cónyuge, se crió en la comunidad negra que trabajaba en la hacienda de la familia, y por ello, aprende lenguas africanas y religiones animistas o espiritistas…
A los doce años, Sierva María contrae rabia y el médico, que es un verdadero sabio, le receta “el tratamiento de la felicidad” que su padre cumple sin la ayuda de la madre quien vive perdida en la nostalgia y los dolores (quizá imaginarios) provocados por el abuso del chocolate y la miel de abeja… Novela rica en amor, demonios y supersticiones.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí