El Imparcial / Columnas / Columna Tijuana

Se nos olvidó

Cuando apuntamos del ciclismo y nos referimos al equipo Denti Vafetron, que hizo historia en el ciclismo de Tijuana, por la calidad de sus integrantes, nos olvidamos de uno de ellos, Manuel Youshimatz.

Cuando apuntamos del ciclismo y nos referimos al equipo Denti Vafetron, que hizo historia en el ciclismo de Tijuana, por la calidad de sus integrantes, nos olvidamos de uno de ellos, Manuel Youshimatz.

Youshimatz, muchos años seleccionado mexicano, participó en tres ediciones de Juegos Olímpicos, en Los Ángeles, en 1984, en Seúl, en 1988 y en Barcelona, en 1992.

En su debut olímpico, en la ciudad californiana, cerca de nuestro rumbo, subió al podio por la medalla de bronce, en la carrera por puntos.

En esa prueba, el oro fue para el belga Roger Ilegems y la plata para el pedalista de Alemania Federal, Uwe Messerschmidt.

Que se hayan caído los que estaban delante de Youshimatz durante la prueba, lo que le permitió colocarse entre los tres primeros, no es culpa del pedalista mexicano, que también rodaba en pruebas de ruta, pero su fuerte era la pista.

Otro logro del mexicano fue en Los Juegos Panamericanos, los de 1987, en Indianápolis, al colgarse la medalla de plata en la prueba por puntos.

Por lo que se ve, los aires de Estados Unidos le sentaban bien a Youshimatz, pues fue en ese país donde consiguió sus máximos logros.

Denti Vafetron era una maquiladora que estaba en la Colonia Revolución, propiedad del ingeniero colombiano Jorge Arturo Valencia Roa, quien fue director de algunas de las ediciones de la Vuelta Ciclista a Baja California, que sólo eran de fin de semana, dos circuitos y ruta Tijuana-Ensenada y Ensenada-Tijuana.

En estas primeras ediciones, se llegaron a hacer circuitos que tenían salida y meta a la altura de Otay Constituyentes, yendo hasta al aeropuerto, bajaban hasta la Central Camionera y eran varias vueltas.

Otro demandante circuito fue el que tenía como meta y salida el rumbo de donde está Síntesis y la subida era por la Buena Vista, también en varias ocasiones.

Las que siguieron, cuando había presupuesto, se hicieron de domingo a domingo, preámbulo y circuito, que tenía como salida y meta la emblemática Avenida Revolución.

Ruta a Ensenada, otro circuito, en el que iban por el rumbo de San Quintín, no tan lejos, ya que regresaban al puerto.

La ruta de regreso, Ensenada-Tijuana, pero pasaban por Valle de las Palmas y nos parece que también donde ahora está la cotizada zona de los viñedos, pues en una ocasión nos regalaron unos galones de vino.

Había otra ruta Tijuana-Mexicali, con meta volante en Tecate, el Pueblo Mágico y el descenso de La Rumorosa.

En la capital del estado había otro circuito, por la zona donde está la plaza de toros Calafia.

Y el retorno Mexicali-Tijuana, donde los pedalistas se enfrentaban a la temida Rumorosa, que los profesionales la trepaban como si fueran montados en motocicletas.

Y todo terminaba con otro circuito en la Avenida Revolución, que presenciaban miles de aficionados al deporte del pedal y la fibra.

En alguna ocasión se comentó que se buscaría hacer otra época de la Vuelta Ciclista a Baja California, pero ojalá, al menos, consigan revivir la Vuelta a Tijuana, lo que se antoja más difícil, por el tráfico vehicular, que en unas zonas está para llorar.

Ya no hay más espacio para los Apuntes, que hasta aquí llegan…por hoy.

En esta nota