Perro ya come perro
Se supone que en cuanto termina una campaña electoral, como protocolo de estabilización social, se debe implementar la llamada “operación cicatriz”, para unificar a los diferentes entes que a final de cuentas están obligados a trabajar por el bien común.
Se supone que en cuanto termina una campaña electoral, como protocolo de estabilización social, se debe implementar la llamada “operación cicatriz”, para unificar a los diferentes entes que a final de cuentas están obligados a trabajar por el bien común. Pero en México las cosas han cambiado y luego de 6 meses de gobierno de López Obrador, parece que seguimos en tiempos electorales. La población dividida entre fifís y chairos, los políticos peleados por un aeropuerto cuya construcción no tiene sentido ni razón y por último lo que nunca se había visto, ahora hasta los medios de comunicación se muerden con odio. Obvio, ¡los fracasados a los exitosos!
EL llamado “Cuarto Poder” que siempre había fungido como trinchera en contra de los abusos de todos los gobiernos en turno, ahora se han plantado en dos terrenos, los revolucionarios o guerrilleros y la caballeriza o gladiadores del gobierno. El surgimiento de redes sociales y medios digitales ha sido el gran punto de inflexión, pues ahora cualquier ciudadano con dedicación, ingenio, talento y un equipo medianamente armado, puede convertirse en un poderoso enemigo o aliado, no sólo de los gobernantes sino de los medios tradicionales y eso es algo que muchos aún no logran entender, defendiendo neciamente que los medios necesariamente deben estar enclaustrados en cuatro paredes, con millones de dólares en inversión de equipo del Siglo XX, una nómina incosteable y redactando sus notas de manera cuadrada y enredada, no apta para un público que ya no está acostumbrado a leer ni tampoco analizar tan a fondo las cuestiones más profundas de nuestra realidad nacional. Por ello existe un Chumel Torres y comediantes como Carlos Ballarta que ya hacen su columna política a través de videos de YouTube, alcanzando en sólo unas horas cientos de miles e incluso millones de reproducciones, muchas más de las que podrían soñar las grandes televisoras en sus plataformas tradicionales o sus publicaciones digitales.
Cuando los medios de comunicación se pelean entre sí, olvidando que “perro no come perro” mucho menos por envidia o ardor, sólo papá gobierno es el ganador, pues ya tiene autoridad para señalar de falsos, indignos y terroristas de la información a todos aquellos que no están entre sus filas. Sólo los periodistas mediocres, olvidados, dolidos con el cambio y anclados en el siglo pasado no logran ver, que escupir sobre otros medios o comunicadores, sólo para defender a un cliente o un patrón, es acabar con el señorío del Cuarto Poder a cambio de migajas para sobrevivir o mal comer.
* El autor es graduado de la licenciatura en Derecho de la UABC, escritor y conductor de radio.
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