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Cuando nosotros somos los otros

Siempre que la prudencia nos reclama un mejor comportamiento, no tomar decisiones tan aventuradas o simplemente ser mesurados, pensamos que a nosotros no nos pasa nada que eso solo le pasa a los demás, olvidando que para los demás nosotros somos los otros.

Siempre que la prudencia nos reclama un mejor comportamiento, no tomar decisiones tan aventuradas o simplemente ser mesurados, pensamos que a nosotros no nos pasa nada que eso solo le pasa a los demás, olvidando que para los demás nosotros somos los otros.

Recientemente se publicó en varios medios que un perito de los denominados oficiales se topó con una macabra escena en nuestra ciudad, cuando se le asignó el trabajo de levantar un cuerpo, pero lo terrible del asunto es que la víctima era su propia madre.

Ese elemento, se desempeña en el área de servicios periciales y a pesar de estar que en esta ciudad se topan con toda clase de sucesos violentos, uno en especial lo tenía que dejar sin aliento.

El perito confesó en una entrevista que por un tiempo dejó de ver a su madre debido a que se la pasaba trabajando y dedicando sus ratos libres a su familia, por lo que solamente recurría a las llamadas con su progenitora.

Un día normal para un perito, el llamado para atender una estadística más, una víctima herida por impactos de bala tras un asalto a un comercio, uno más de los llamados daños colateral. Fue en ese momento que los paramédicos de la Cruz Roja arribaron a la zona; sin embargo, lo único que pudieron hacer fue confirmar el deceso.

El perito de Tijuana se llevó la sorpresa de su vida cuando tuvo que ir a 'levantar' el cuerpo lesionado por su trabajo, y al levantar la manta que cubría el cuerpo descubrió que era su madre.

Definitivamente este hacho para quien lo experimente es una total desgracia y nunca deseable, desgraciadamente un hecho como ese ya ha pasado en nuestra ciudad, y afortunadamente hace muchos años: familiarmente un servidor público del área de los servicios periciales se encontraba preocupado porque uno de sus hijos no había llegado a dormir a su casa, entre molesto y preocupado, esperaba el momento que su hijo se presentara en su domicilio para reprocharle su actuar, conforme pasaban las horas más se sentía molesto, pero el tenía que continuar con sus labores periciales y en turno le toco asistir al Servicio Médico Forense (SEMEFO) para realizar fijaciones fotográficas de los cadáveres no identificados; por supuesto que ya lo adivinaron, uno de los cuerpos sin vida correspondió a su hijo, definitivamente un golpe devastador y quien se atreve a explicarle que no tiene explicación.

Hablando del SEMEFO cuantos cuerpos necropsiados de conocidos, amigos y familiares, como le planteas a un colega que haga bien su trabajo a un ser querido que le recomiendas para que lo trate bien, por supuesto que no existen palabras para ello. Muchas veces he escuchado decir que ese tipo de personas son insensibles, pero yo creo que más bien contemplan los hechos de una manera profesional y científica y tienen una sensibilidad hacia la ciencia y sus hechos.

Pronta recuperación del golpe recibido al perito y seguir adelante porque como dicen los Psicólogos, al final, no pasa nada.







* El autor es presidente de la Comisión de Difusión del Instituto de Investigación Jurídica de la Universidad de la Californias Internacional.