Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / notamigracion

Termómetro mental

Permítame una pequeña y nostálgica Somos la ciudad con más humanos descuartizados en el mundo. Por lo menos esa es mi hipótesis, y si hay alguna peor, digamos a decapitados por 100,000 habitantes, que me la digan. En estas últimas semanas ha sido la constante el hallazgo callejero de cabezas y miembros humanos. Es signo de grave deterioro, muy grave, siquiátricamente hablando. La violencia es el signo más característico de la mala evolución que va teniendo el México neoliberal. No es la violencia de la agitación social, esa de antaño que generó épocas tan violentas como la revolución o la decena trágica. Es una violencia producto del deterioro individual en muchos. Eso que sicopatológicamente es normal en cualquier sociedad, el que aproximadamente en un 3% de los hombres y 1% de las mujeres sean irremediablemente antisociales, sin empatía y con placer en abusar del otro. Ese porcentaje, en México es mayor, mucho más. El motivo es el contagio de la oportunidad y la tradición. Cuanto más arraigada esté la delincuencia tiende naturalmente a la barbarie, quienes solamente tenían una moderada carga genética antisocial se sienten atraídos a formar parte de la delincuencia si la oferta está a la puerta. Alguien que roba carros puede pensar que no es un auténtico delincuente, que para malo allí está ese fulano que es capaz de despellejar a su enemigo. Es una pirámide. Desde una base tolerante con la ruptura de las leyes cotidianas, pasarse un alto, hasta una amplia cantidad de personas que han devenido francamente antisociales. La gran mayoría de las personas que han incurrido en conductas criminales reincidirán, solo cambiarán de giro. Son tantos los antisociales en la actual población mexicana que hace pensar que lograr controlar la violencia es asunto de más de una generación. Por algún lugar había que empezar, pero que nadie se ofenda si el sexenio actual solamente logra mejorar en un diez por ciento la seguridad pública. La mayoría sabemos que no podemos esperar mucho pronto. Hasta ahora solamente tenemos noticias cuantitativas de la Guardia Nacional, pero poco sabemos sobre la estrategia de inteligencia. ¿Cómo prevenir que la nueva Guardia Nacional se corrompa? Hasta ahora es la rigurosidad y disciplina militar la única garantía. Pero la tendencia será a hacerse laxa en la medida que se vaya desmilitarizando. Expertos en salud mental tendrían que estar en el equipo de definición de estrategias en seguridad pública. Hay una epidemia de corrupción/violencia, también es un problema de salud pública mental. Apenas en 1997 se decidió el gobierno a contar los homicidios dolosos por año en México, vamos al alza “rompiendo récords” de muerte violenta, año con año. Dice AMLO que Tijuana es reciente ejemplo de mejoría en seguridad pública, pero esta se debe medir más allá del homicidio. * El autor es siquiatra y ejerce en Tijuana. Termómetro Mental

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados