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Diálogo empresarial

Para planear y promover la Tijuana del futuro es preciso tener una total certidumbre sobre la directriz que tomará nuestra ciudad tanto en materia de expansión urbana como de vocación empresarial. Las ciudades exitosas son aquellas capaces de encausar su crecimiento respetando una serie de códigos y lineamientos que trasciendan los vaivenes políticos y económicos o las circunstancias impredecibles. No se puede reestructurar cada tres años la planeación de una ciudad que crece a un ritmo tan acelerado como la nuestra ni se pueden dar golpes de timón y dar bandazos a diestra y siniestra poniendo en riesgo proyectos de inversión. Tampoco se puede gobernar viviendo al día y reaccionando con soluciones parciales cuando los problemas derivados de la mala planeación empiezan a afectar a la ciudadanía, como nos ocurre actualmente con el tráfico vehicular, por citar solo un ejemplo. Las urbes con mayor calidad de vida son aquellas que tienen claro hacia dónde encausar su crecimiento y que pueden estructurar su cartografía pensando en las próximas tres o cuatro décadas. De ahí la importancia de la existencia de organismos descentralizados como son Desarrollo Económico e Industrial de Tijuana (Deitac) o el Consejo de Desarrollo Económico en Tijuana (CDT), integrados por profesionales y expertos capaces de conformar proyectos estructurales a largo plazo. Lo ideal, es que estos organismos descentralizados logren construir un perfecto engranaje de trabajo en equipo con dependencias públicas como el Instituto Municipal de Planeación o la Secretaría de Economía, tratando de complementarse y evitando duplicar funciones. La planeación del crecimiento de la ciudad y los compromisos en materia de desarrollo e inversiones no deberían verse alterados o interrumpidos por los cambios de administración en los tres niveles de gobierno. Más de una vez hemos visto como un proyecto estructural naufraga o se interrumpe por falta de seguimiento e interés luego de un relevo en la administración. Deitac, que en este 2019 cumple 30 años, ha desarrollado una sólida labor de promoción para traer a la ciudad importantes inversiones de distintas partes del mundo. Tan solo en 2018 lograron atraer 31.4 millones de dólares en inversión extranjera que se tradujeron la creación de mil 584 nuevos empleos. El mejor escenario es que sea Deitac quien conduzca la agenda e integre la carpeta ejecutiva y que la Secretaría de Desarrollo Económico trabaje en armonía para coordinar todo lo relativo a reglamentación y licencias. Lo mismo aplica cuando hablamos de la planeación del crecimiento urbano. El CDT debe ser quien lleve la agenda con los proyectos estructurales, mientras que el Implan y Administración Urbana deben coordinar la reglamentación y garantizar que el tema administrativo sea un facilitador y no una traba cuando se cumple con todos los ordenamientos. Es importante que organismos como Deitac y el CDT avancen hacia la autosuficiencia económica y hacia la consolidación de una agenda mega regional. Atracción de nuevos clústeres, formación de polos de desarrollo en otras zonas de la ciudad y creación de pulmones y áreas verdes son fundamentales en la integración de la metrópoli del futuro. Si de verdad queremos una Tijuana con calidad de vida, debemos pensar en la ciudad que habitarán nuestros nietos dentro de 30 o 40 años. * El autor es Presidente del Consejo Coordinador Empresarial.

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