Diálogo empresarial
Las primeras semanas de enero nos han hecho ver con claridad lo intenso que será este año y los duros retos que enfrentamos. Aún no se cumple el primer mes del 2019 y ya hemos tenido un desfile de noticias que han dado mucha tela de donde cortar para la polémica y el surgimiento de teorías de toda índole. El gran tema que se ha apoderado de la agenda pública es sin duda el combate al robo de combustible. De repente, la palabra huachicoleo se instaló en la diaria conversación de millones de mexicanos. En lo personal creo que el presidente Andrés Manuel López Obrador está haciendo lo correcto al enfrentar este delito y a las redes de corrupción que lo han hecho posible, aunque tal vez la forma precipitada y sin aparente estrategia en que comenzó esta cruzada no ha sido la más adecuada. En torno a la tragedia de Tlahuelipan acaecida el pasado viernes, quedan aún demasiadas interrogantes en el aire y la sensación de que esa dolorosa pérdida de vidas humanas pudo haberse evitado. Por lo que respecta al escenario electoral, los ojos de todo México estarán puestos en Baja California, pues será esta la primera elección que deberá enfrentar Morena como fuerza política dominante en el Gobierno federal y en el Congreso. Hay nuevos actores políticos, un escenario inédito en nuestra historia y hay argumentos para pensar que en este proceso podrían acabar los 30 años de hegemonía panista en el Gobierno de Baja California, aunque la moneda sigue en el aire y cualquier cosa puede pasar. Más allá del tema partidista, los candidatos a la gubernatura, las cinco alcaldías y las diputaciones deben entender y dimensionar que hoy más que nunca su compromiso debe estar con la ciudadanía bajacaliforniana y debe haber propuestas claras y concisas sobre cómo se enfrentarán los grandes problemas que aquejan a la entidad. En este momento los dos retos prioritarios para Baja California son en primer lugar desarrollar una estrategia efectiva y contundente para devolvernos la seguridad y en segundo lugar, un profundo proceso de reingeniería al interior de la administración que permita sanear las finanzas públicas, que enfrentan un escenario de quiebra. Más allá de diagnosticar la enfermedad, los candidatos deberán profundizar en los “cómos” y proponer estrategias concretas y viables. La ciudadanía no está para rollos. El entorno internacional también luce turbulento, pues si bien nuestra sociedad comercial en América del Norte ha sido ratificada, el shutdown parcial del gobierno de Estados Unidos complica el escenario y Donald Trump ha vuelto a endurecer su discurso antiinmigrante como hace cada que enfrenta una crisis. La diplomacia mexicana deberá mostrar habilidad y oficio político en el diálogo para evitar un quiebre y no dejar que se eche a perder lo construido el año pasado. Ante estos escenarios, hoy más que nunca se requiere liderazgo y cordura. No se puede caer en el nocivo juego de las noticias falsas o de las posturas radicales e intolerantes que inhiben el diálogo. Por lo que a los empresarios respecta, tenemos claro que hoy debemos estar más unidos que nunca y más allá de filias partidistas, ofrecer nuestro apoyo para resolver los grandes temas pendientes de Baja California sin que la dinámica productiva de la entidad se vea afectada. Los retos, sin duda, son grandes y estamos listos para asumirlos. * El autor es Presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Tijuana.
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