Diálogo empresarial
En materia de empleo hay noticias alentadoras en México. Por primera vez, la creación de puestos formales de trabajo con todas las prestaciones de ley está mostrando una sostenida tendencia creciente, algo que por cierto no sucede en muchos países de América Latina. En 2017, el Instituto Mexicano del Seguro Social reportó la creación de un millón 139 mil 367 nuevos puestos de trabajo con prestaciones y acceso a seguridad social entre el 1 de enero y el 30 de noviembre. Esto se traduce en la cifra más alta desde que hay registros en un periodo similar y en un incremento del 8.3 en relación con el año anterior. Entre diciembre de 2012 y noviembre de 2017 se crearon 3 millones 461 mil empleos en empresas privadas. Eso significa que para 3 millones y medio de personas la vida se ha transformado para bien. Muchas cosas cambian en un hogar cuando se tiene la seguridad de un ingreso y el acceso a prestaciones laborales De igual forma, la proporción de personas que labora en informalidad, es decir aquella que trabaja en negocios no registrados y sin acceso a la seguridad social, se ubicó en 57.4% durante 2017, lo que significó el nivel más bajo desde que el Inegi tiene registros. Los datos del Inegi destacan que la reducción de la tasa de informalidad laboral obedece a que el empleo formal está creciendo a una mayor velocidad que el empleo informal. Lo que los empresarios no debemos perder de vista, es que el crecimiento económico debe ser parejo para todos. Las cifras en lo que se refiere a creación de empleos son optimistas. Un paso muy importante es crear un nuevo puesto de trabajo con acceso a prestaciones, pero la realidad es que para hablar de un auténtico desarrollo integral hay que ir un poco más allá. Lo primero es hablar de empleos bien remunerados, que no se limiten al salario mínimo y a las prestaciones estrictamente legales. Tenemos que pugnar todos por una mejora salarial y por ofrecer mejores prestaciones. Sin embargo, más allá de un buen salario, estoy convencido de que clave de un crecimiento económico integral se da en la medida que seamos capaces de ofrecer calidad de vida. No podemos hablar de empresas ricas con trabajadores pobres. Una empresa exitosa es aquella capaz de consolidar un verdadero equipo de trabajo cuyos integrantes se sientan comprometidos y motivados y en donde el crecimiento de la empresa va de la mano con el crecimiento de sus trabajadores. Cuando hablo de crecer no me refiero solo a lo económico, sino a crecer en lo profesional y en lo personal; crecer también como seres humanos. Es muy importante tener una buena remuneración y contar con prestaciones sólidas por encima de las de la ley, pero sobre todo es trascendente que el empleado sepa que puede crecer junto con la empresa, que se le aprecia y se le valora como trabajador y como persona, que sus ideas son tomadas en cuenta y que tiene la oportunidad de desarrollarse y trascender profesionalmente dentro del equipo. Como empresario creo firmemente en que nuestras metas deben orientarse a crecer juntos como equipo y a aspirar a una mayor calidad de vida. * El autor es Presidente del Consejo Coordinaro Empresarial.
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