Radiactiva*

Perdónenme pero dejé de chuparme el dedo a los 8 meses de edad y no puedo dar la vuelta atrás. No es verosímil que un solo hombre por mejor intencionado que sea, tenga la capacidad de transformar a toda una sociedad. Sin embargo… ¡Guardo la esperanza! Un amigo mío viajó a Playa del Carmen en Quintana Roo y vivió una experiencia que vale la pena compartir. Sucede que caminando por la arena, entre el sargazo y hoteles de 5 estrellas, vio unos camastros frente al mar y decidió recostarse en uno de ellos. De inmediato un trabajador del hotel le comentó que eran para servicio exclusivo de los clientes allí hospedados, por lo tanto tenía que levantarse. Mi amigo le pidió el favor, pues había más de 50 y todos estaban vacíos. Pero el muchacho insistió. Fue entonces cuando surgió una oferta interesante. El turista se llevó la mano al bolsillo y le ofreció 500 pesos para que “dejara de molestarlo”, se lo acercó a la mano con una sonrisa y le dijo: “Pa que te alivianes brother, nomás estaré media hora”. El joven trabajador no se permitió ni tocar el billete y le respondió indignado: “¿Qué pasó jefe?... Yo voté por López Obrador”. En ese momento se acabó la negociación y mi amigo tuvo que seguir su camino. En verdad creí que era una historia inventada, pero mi amigo jamás se rio cuando me contó la anécdota. Y es por eso que en mí existe una verdadera esperanza, pues la gente que votó por AMLO, cree en un verdadero cambio, aunque él les prometa cosas imposibles como Internet gratuito en plazas públicas, pueblos y hasta carreteras, o asegure que perdonar a los corruptos es la mejor estrategia. Muchos de sus votantes sí están participando en el engranaje del cambio y están tomando acciones que sí mejoran a nuestra sociedad. Es algo muy humano querer parecernos a quien admiramos. Los fanáticos de las estrellas del rock, usan la greña larga, ropa de cuero y marcan su piel con tatuajes; quienes aman a cierto deportista, compran la playera de su equipo, si es boxeador y practican el deporte, entonces intentan agarrar su estilo de pelea. Y si de esa misma manera, los fanáticos de AMLO, que ven en él a un hombre incorruptible, trabajador y sincero, comienzan a imitarlo y tomar su ejemplo, entonces sí veremos una transformación… No la Cuarta Transformación que promete el PEJE, pues insisto que de sus 100 puntos o promesas de gobierno, al menos 70 son imposibles, pero sí veremos una revolución de pensamiento y un cambio de actitud social, que es el que verdaderamente nos puede transformar. * El autor es graduado de la licenciatura en Derecho de la UABC, escritor y conductor de radio.