Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / notamigracion

Pareceres

Por primera vez en la historia del planeta, estudiantes de posgrado, académicos y, sobre todo científicos, portando como lema “Ciencia, no silencio” (Science not Silence) llevaron a cabo la Marcha por la Ciencia en alrededor de 600 ciudades alrededor del mundo, justo el Día de la Tierra, el 22 de abril de este 2017. Considero este acontecimiento de una enorme importancia por algunas razones, entre ellas, las que se pueden plantear en la extensión de este breve espacio. En los últimos años han proliferado en EUA grupos en contra de la ciencia, sobre todo a partir de la administración de George W. Bush. Muchos de estos sectores ultraconservadores han sido identificados con el Tea Party, y su ideología se puede ilustrar con los dichos de Rush Limbaugh, un conductor de radio, quien ha señalado tonterías como que "Las cuatro esquinas del engaño son: el gobierno, la academia, la ciencia y los medios de comunicación, las cuales son corruptas. Su existencia es gracias al engaño”. Ante la promesa del presidente Barack Obama de "restaurar la ciencia a su lugar legítimo" propició la beligerancia de esos sectores. Con la llegada de Trump a la Casa Blanca los ultraconservadores que están en contra de los temas ambientales y científicos, se han empoderado, además de que esta administración ha incrementado el recorte al presupuesto a la ciencia y al medio ambiente, luego de que Trump espetara que el calentamiento climático es un cuento chino. Después del éxito de la Marcha de las Mujeres realizada el 21 de enero pasado, con motivo de la toma de protesta de Trump como presidente de EUA, se creó un grupo en Facebook denominado “March for Science”, el cual se hizo muy popular en las redes sociales. Ello llevó a la conformación de un grupo con identidad, y con una página oficial en Internet: https://satellites.marchforscience.com/. Se autodenomina un grupo sin lazos con partidos políticos, y se ha propuesto como misión: defender la ciencia y su integridad; fomentar y preservar el contacto de los científicos con la sociedad para mejorarla; aplicar políticas científicas; el involucramiento de los científicos en la política pública; y humanizar a la ciencia. Como primer evento, organizó la March for Science para celebrarse este 22 de abril. El 22 de abril del 2017, en seiscientas ciudades de todo el mundo se realizó la marcha. El punto neurálgico fue la ciudad de Washington, D.C., mientras en Nueva York y Los Ángeles, la movilización también fue muy destacada. La marcha se inició en Australia y durante el día se fue extendiendo por Asia, Europa, África y América. Y su duración fue de alrededor de cinco horas. El objetivo central de esta marcha planetaria fue la de combatir la administración anti-científica que encabeza Trump en EUA, pero que tiene sus versiones tropicalizadas en todo el mundo. Sin embargo, muchos científicos en EUA declararon que la marcha no debía ser entendida como una protesta contra los recortes presupuestales, sino como una reivindicación del importante papel que debe jugar la ciencia en la sociedad. Entre los organizadores más notables de esta marcha, en el caso de los EUA, estuvo la Asociación Estadounidense por el Avance de la Ciencia (AAAS), la cual cuenta con 120 mil miembros. La situación de desprecio que vive la ciencia en ese país se manifiesta en que el presupuesto actual es de más de 50 por ciento menor respecto de 1960. Y, sólo en estos 100 días de la administración de Trump, ésta ha reducido un 31 por ciento a los fondos de la Agencia de Protección Ambiental y ha recortado los fondos para la investigación climática y la investigación en salud. Los científicos que convocaron a la marcha, enfatizan que su movilización no es para criticar al Trump, sino defender el rigor, el método científico y el papel clave de la investigación en la elaboración de políticas públicas. Por eso, considero que la comunidad científica de EUA no busca involucrar su trabajo científico con “la política”, sino influir en las decisiones del campo de “lo político”, esto es, influir en campos benéficos para la economía, la seguridad nacional, el medio ambiente, la salud humana, entre otros. Más adelante comentaremos, qué ocurrió con la comunidad científica en México. * La autora es Doctora en Ciencias, con especialidad en Investigaciones Educativas. Académica-investigadora de la Ibero Tijuana.

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados