Punto Norte
Primero de Septiembre, “Día del Presidente”, del abisinio informe mañanero, de los aplausos tronadores y acompasados, del ritual minucioso, oficiado desde la más alta tribuna del País por el sumo sacerdote; tarde del besamanos en Palacio Nacional, de los elogios y siemprevivas al soberano encarnado, con la banda tricolor. Día en que el Jefe del Estado y Jefe del Gobierno, con voz engolada, alargaba el final de las oraciones con un inconfundible sonsonete: “Ni nos beneficia, ni nos perjudica, sino todo lo contrario”. Día de los discursos surrealistas: “Vamos a prepararnos para administrar la abundancia”. De las frases célebres: “Soy responsable del timón, pero no de la tormenta”… Día de los grandes descubrimientos: “El hambre es la enfermedad más lacerante que padecen muchos de nuestros compatriotas” Día de sudor y lágrimas: “A los desposeídos y marginados, a los que hace seis años les pedí perdón, que he venido arrastrando como una responsabilidad personal, -como si fuera exclusiva por haberla formulado- les digo que hice todo lo que pude para organizar a la sociedad y corregir el rezago; que avanzamos; que si por algo tengo tristeza es por no haber acertado a hacerlo mejor”. Día de las impecables piezas de oratoria, impregnadas de sentida y honda demagogia: “Me llevo el calor de limpios corazones que no confundieron nunca la celada ni la perfidia; me llevo la augusta majestad de las manos callosas que dieron aliento a mi mano; me llevo las sencillas, ingenuas y profundamente conmovedoras demostraciones de alegría que en múltiples ocasiones correspondieron a mi esfuerzo”. Día de lectura de cifras demenciales, de los soporíficos programas de inversiones que inyectaban pesadez entre la aburrida concurrencia que pasaba del frío al fuego, y de la somnolencia al sobresalto, con los sorpresivos anuncios del nacionalismo revolucionario: “Ya nos saquearon, México no se ha acabado, no nos volverán a saquear…”. Día del “Yo Pecador”, del Mea Culpa, ante la matanza de estudiantes inermes: “Por mi parte, asumo íntegramente la responsabilidad: Personal, ética, social, jurídica, política e histórica, por las decisiones del Gobierno en relación con los hechos sucedidos el año pasado”. Día del reconocimiento anual a las fuerzas armadas por su comandante supremo: “Reitero, a nombre del pueblo y del Gobierno, la gratitud nacional para el guardián de nuestras instituciones, y exalto, una vez más, la inquebrantable lealtad, la estricta disciplina y el acendrado patriotismo de sus miembros”. Día del llamado a la unidad nacional: “Unamos voluntades para que entre todos, padres de familia, maestros, dirigentes sociales y políticos, funcionarios, ciudadanos en general, logremos orientar sanamente a nuestro pueblo hacia su plena realización… las tareas nacionales reclaman la cooperación de todos y será preciso no estorbarlas con odios y rencores estériles”. Día del reproche respetuoso a la libertad de expresión: “Progresamos al mantener incólume las más amplia libertad de expresión, y al comprobar que su empleo sirve para ejercitar el derecho a la crítica y discutir con elevación; progresamos aun en los casos en que esa libertad sólo sirve de drenaje para las más bajas pasiones”. Día el auto elogio: “Cultivé la ecuanimidad para recibir con humildad los éxitos, y estar preparado para afrontar con valor de hombre las horas de dolor. ... Nunca he tenido fruición por el poder, y cuanto se ha depositado en mi, ha significado siempre un gran honor…”. Día del ¡Viva México!, “¡ Viva México!... Al pueblo de México, que es mi origen, que ha sido mi inspiración, mi guía, mi aliento, mi único señor y juez, con la conciencia tranquila, puedo decirle: misión cumplida. Sereno me someto a su juicio inapelable”. El 1 de septiembre fue el “Día del Presidente”. Día de la Ceremonia del Informe. Día en que se le encendía incienso a la sacrosanta figura presidencial. El Día del Informe ya es parte de la historia ceremonial del país. El ritual septembrino se desmitificó. La figura presidencial fue devorada por los iconoclastas. Todo quedó en el pagano ritual del “Entregas y te vas”. Refilón: Estudiaron derecho para andar chuecos: Un diputado electo, y un conocido picapleitos rábula, unieron su perfidia para invadir predios en San Felipe. El autor es catedrático de la UABC, Mexicali/analista político y comentarista de televisión.