Las torretas encendidas
El martes pasado apareció publicada una nota periodística por medio de la cual el Secretario de Seguridad Pública Municipal dio a conocer que a partir de este mes, todas las patrullas municipales deben transitar con las torretas y luces encendidas desde que cae la noche. En adición a lo anterior, el comandante de Policía y Tránsito, Genaro Carrillo Elvira, mencionó que los oficiales que no acaten la medida, sin excusa ni pretexto, sufrirán un arresto de doce horas, el cual tendrán que cumplir en la Estancia Municipal de Infractores. La medida adoptada es totalmente acertada por el simple hecho de que la Policía Municipal es precisamente preventiva y es mucho mejor que haga esa labor y no pretenda sorprender a delincuentes una vez que cometan sus fechorías. Lo que llama la atención es la sanción anunciada para aquellos malos policías que incumplan con la indicación, pues pareciera muy drástico un arresto de 12 horas las cuales tendrían que cumplir precisamente en el lugar a donde son remitidos por la misma policía municipal a todos los infractores. Sin pretender ser un conocedor del tema, deseo compartir con nuestros amables lectores algunas reflexiones sobre la dureza de la sanción para aquellos que la incumplan, pues a simple vista se trata de prender o no unas simples luces. Hace precisamente 12 años tuve la oportunidad de colaborar en el Ayuntamiento de Tijuana, como su Oficial Mayor y al mismo tiempo pude fortalecer mi amistad con Federico Benítez, que en paz descanse, el cual fungió como Director de la Policía. En esa época coincidíamos en la necesidad de que las patrullas prendieran sus torretas por las noches y de esa manera disuadir a quienes pretendieran cometer un delito. La medida nunca la pudo implementar mi gran amigo, sin embargo, la sugerencia se la propuse a los siguientes directores de la policía y a los distintos Alcaldes, los cuales la veían con buenos ojos pero los jefes operativos siempre la desecharon, pues siempre argumentaron que era una forma de evitar que la policía llegara sorpresivamente y realizara importantes detenciones, lo cual es una verdadera falacia. También han dicho y lo hacen ahora que se implementará esta medida, que al circular por lo cañones y las zonas alejadas de la ciudad con las torretas prendidas, lo único que se provocará es que los maleantes les arrojen piedras y los insulten. Creo que con o sin torretas, la policía nunca pasa por esos lugares peligrosos. Algunas personas hemos insistido en el hecho de que de darse la circulación de las patrullas con los códigos azules encendidos por la noche, causarán una agradable sorpresa a los contribuyentes que nos sentiremos un poco mas seguros al percibir esa luz azul sobre nuestras casas. Pues bien, ahora que conocemos esta agradable noticia y la gravedad de la sanción por su incumplimiento, podemos deducir que las verdaderas razones para no implementarla son el hecho de que ahora sí los policías perderán la oportunidad de sorprender y extorsionar a los ciudadanos que circulan en estado de ebriedad, que se pasan un alto o que están cometiendo algún delito, pues las luces y las torretas anunciarán su presencia. Es muy probable que la oposición a la medida emana de actos de corrupción, pero también de que de esa manera les será mas difícil brindar protección a muchos maleantes que agazapados en la oscuridad y con la protección policíaca podían realizar sus fechorías. Como ciudadanos tenemos la obligación de denunciar aquello que hace mal la autoridad, pero también, el compromiso de aplaudir acciones como la anunciada por la Secretaría de Seguridad Pública Municipal. Esperemos que den resultado estas medidas, pues no cabe duda que en materia de seguridad pública hace falta mucho por hacer. cabildeo@telnor.net El autor es asesor empresarial en cabildeo y presidente del Consejo Estatal de Participación Ciudadana de la PGR en Baja California.
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