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El Imparcial / Tecnología / Robots

Robot policía ignora altercado en centro comercial y sigue con su ronda

El robot en cuestión era un HP RoboCop operado por la compañía Kinghtscope.

Si ves un altercado en un Centro Comercial, lo razonable es llamar a la policía. Los robots de vigilancia que se usan en algunos centros comerciales y oficinas tienen un botón que sirve precisamente para eso, y ese fue el botón que pulsó una mujer en California. La respuesta del robot fue casi demasiado humana.

Según NBC News, una mujer llamada Cogo Guebara advirtió la presencia del robot poco después de que una pelea se desatara en al estacionamiento del centro comercial Salt Lake Park y corrió hacia él. Tras pulsar el botón de emergencia múltiples veces, el robot pidió a Guebara que se apartara del camino y continuó su ronda, deteniéndose solo para recordar a los demás visitantes del centro que mantengan limpias las instalaciones.


Finalmente, alguien llamó al 911 y la policía de carne y hueso se personó en el centro para detener la pelea. El incidente se saldó con una mujer involucrada en el tumulto en el hospital con un corte en la mano, indica Gizmodo.

El robot en cuestión era un HP RoboCop operado por la compañía Kinghtscope. Hace unos años, otra de estas unidades con forma de Dalek se “suicidó” por el procedimiento de arrojarse a la fuente de un centro comercial. La vida de robot policía debe ser muy estresante, con todas esas personas tocando todo el día el botón de emergencia. En este caso concreto, el robot era parte de un programa piloto de vigilancia en centros comerciales en colaboración con el departamento de policía de Huntington Park. Esa es la razón por la que el robot lucía el emblema del cuerpo y la palabra POLICIA escrita en letras grandes.

¿Qué es lo que fallo con el robot? En realidad nada. Los que fallaron fueron los humanos que hay detrás. Las pulsaciones del botón de emergencias no son recibidas por el departamento de policía, sino por la propia Knightscope. Igualmente, el robot graba vídeo 24/7, pero la policía tampoco puede acceder a esas grabaciones, suponemos que por motivos de privacidad.

No vaya a ser que la policía identifique a un grupo de personas matándose a palos en el estacionamiento. Para rematar, el HP RoboCop solo puede moverse por pistas de cemento o enlosado, lo que impide que acceda a la punta norte del centro comercial que vigila.


Tenemos, en definitiva, un robot limitado a solo una parte de la zona que vigila, cuyo botón de emergencias no sirve para nada, y cuyas grabaciones en tiempo real no pueden ser revisadas por la policía para comprobar si realmente hay una emergencia.

Todo este fastuoso conjunto de funciones se alquila por un precio de entre 60.000 y 70.000 dólares al año, que es más o menos la misma cantidad que cobraría un policía de carne y hueso por hacer ese mismo trabajo, pero bien.

La utilidad del robot es objeto de controversia. Algunos residentes en la zona han reconocido que la presencia del robot les hace sentir más seguros aunque sea más un placebo muy caro que otra cosa. No falta quien apunta que al menos el robot no ha disparado a nadie por error todavía. Quizá los robots policía (con algunos ajustes) no sean del todo inútiles.

La realidad es que los robots siguen siendo una tecnología aún naciente. La mayor parte de modelos son experimentales o no ofrecen las funciones con las que sueñan los entusiastas. Ni siquiera los robots de compañía ofrecen funciones mucho más allá de ser un asistente de voz monísimo. El resultado de todo ello es que las pocas compañías que se atreven a desarrollar robots terminan quedándose sin dinero porque sus creaciones fallan a la hora de llegar a un público amplio (con honrosas excepciones como los fabricantes de aspiradoras robot).

El caso de HP RoboCop es un buen ejemplo, y quizá es de los más preocupantes. La compañía ha anunciado un concurso entre escuelas para enviar uno de sus robots al centro ganador a que patrulle para mejorar la seguridad de cara a posibles tiroteos como los que jalonan las noticias últimamente. Quizá sea mejor idea regular las armas para empezar.

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