Los 5 Fatalities más brutales de Mortal Kombat
Algunos de los fatalities son muy creativos, otros realmente son un poco grotescos, pero cada uno muestra un poco de la personalidad de cada personaje.

Los 5 Fatalities más brutales de Mortal Kombat
Mortal Kombat se ha consolidado casi desde su lanzamiento como uno de los videojuegos más sangrientos y populares de todos, gracias a su sistema de combate tan fluido, unas mecánicas fluidas y sus increíbles personajes. Pero lo que más caracteriza a la saga son sus brutales fatalies.
Un fatality es un movimiento especial que ejecutas tras haber acabado con la barra de vida de tu rival, en ese momento debes ejecutar un comando de botones especial dependiendo de tu personaje y podrás ver una animación donde se ejecuta violentamente a tu adversario.
Aquí te decimos los más violentos de toda la saga Mortal Kombat:
1. Liu Kan – Animality de Mortal Kombat 3
Los fatalities en Mortal Kombat 1 y 2 normalmente eran habilidades que cortaban en dos, destripaban a sus rivales pero en Mortal Kombat 3 llegaron los Animalities que también se vieron en la segunda película live action de la franquicia. En esta ocasión fue Liu Kan al poder transformarse en un dragón de jade, el cual se come la cabeza de sus adversarios.
2. El despojo de corazón de Kano
Kano a travíesa el torax del oponente con su puño de una forma limpia y rápida logra extraer el corazón y presumirlo como si se tratara de un trofeo. Lo curioso de este fatality es que el corazón continua latiendo.
Todo un clásico de los fatalites, que incluso ha sido parodiado en series como Los Simpsons y en el anime de Hunter x Hunter se ve una clara refencia por el personaje de Killua.
3. Extracción de la medula por Sub-Zero
Sub Zero es uno de los personajes más emblematicos de la saga, maravilla a todos con sus fantasticos poderes de hielo y hasta ha protagonizado un personaje en solitario al menos Bi-Han.
Uno de ellos es el Spine Rip, en el cual de un solo golpe decapita a su enemigo, para de un tirón arrancarle la médula. La cabeza con el rostro atemorizado es el único testigo de la masacre.
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