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La seguridad, el otro caballo de batalla de las criptomonedas

Las criptomonedas han experimentado un crecimiento indudable desde que bitcoin fue creada hace ya más de diez años, y por lo tanto no es de extrañar que millones de ciudadanos en todo el mundo se hayan lanzado a empeñar parte de su capital en la compra de criptomonedas, aunque esto mismo lleve aparejado el riesgo de perderlo dependiendo de las veleidades de su precio.

Pero a pesar de que los compradores de criptomonedas estén dispuestos a asumir el riesgo inherente a toda inversión, hay que considerar riesgos adicionales como los jaqueos o pérdidas de claves de criptobilleteras, algo que no ocurre con el dinero fiat tradicional, afortunadamente existen soluciones bastante completas y para todo de tipo de compradores, no es necesario quemarse las pestañas investigando para convertirse en el mayor experto en criptoseguridad del mundo y, aunque el riesgo cero no exista, no hay por qué añadir más eligiendo una plataforma sin experiencia o prestigio.

Operar con una empresa confiable
Una de las formas más rápidas y sencillas de comprar criptomonedas y custodiar la inversión es la de utilizar los servicios de una empresa especializada en este tipo de transacciones, pero por supuesto elegir la correcta exige de una investigación previa, ya que no todas son iguales.

Por ejemplo, abrir una cuenta en Skrill es una buena forma de empezar en el mundo de las criptomonedas con seguridad, ya que de esta forma se estará esquivando la posibilidad de caer en alguna de las plataformas fraudulentas que ya han surgido en el pasado y una vez han acumulado un capital suficiente desaparecen dejando a sus usuarios con muy pocas opciones de recuperar sus criptomonedas.

Y es que Skrill es una empresa británica que cuenta con veinte años de experiencia en el mundo de las transacciones financieras y los pagos seguros online, primero con monedas fiat y ahora también con criptomonedas, de forma que empezar a adquirir estos activos digitales sólo requerirá tener algo de dinero en la cuenta, que puede ingresarse mediante alguno de los múltiples medios que han habilitado para tal fin o directamente si alguien que también tenga una cuenta con Skrill nos hace una transferencia. Como ventaja adicional la plataforma ofrece la posibilidad de custodiar las criptomonedas para el usuario, de la misma forma que lleva décadas manteniendo a salvo el dinero de curso corriente de sus clientes, ya que las criptomonedas son uno de los objetos de deseo de los delincuentes, precisamente por lo difícil que es rastrearlas una vez se han sustraído.

Además de Skrill también existen otras plataformas muy populares como Coinbase, Binance Kraken e incluso PayPal o algunos bancos, algunas de las cuales han aparecido exclusivamente para operar con criptomonedas y otras han añadido algunas criptomonedas a la lista de activos con los que permiten operar a sus clientes.

Binance es otra exchange de criptomonedas muy popular y que también ha desarrollado un entorno muy sencillo para operar con este activo. Aunque la exchange fue fundada en China, dado el clima anti criptomonedas cada vez más exagerado que se respiraba en la potencia asiática, la empresa mudó su actividad a Japón, aunque también ha tenido sus choques con las autoridades regulatorias de este país.

Las criptomonedas estatales
Es de esperar que si finalmente llegan a buen puerto los proyectos para crear criptomonedas estatales, finalmente estas cuenten con sistemas de protección asimilables a los del dinero fiat -al fin y al cabo la mayoría del dinero fiat se maneja en formato electrónico, no se encuentra en físico en las carteras de los ciudadanos-, pero las preguntas en torno a estos proyectos son varias, ¿serán tan atractivas como activo para invertir? ¿Interesará a un público que quiere huir del excesivo control estatal? ¿Para qué crearlas si por un lado ya existen las monedas fiat fuertes y por otro las criptomonedas descentralizadas? Es de suponer que estas preguntas se irán respondiendo conforme estas monedas se conviertan en realidades palpables, como por ejemplo el futuro euro digital.

En cualquier caso de momento lo que sí es una realidad palpable son las criptomonedas descentralizadas como bitcoin y ethereum, y para utilizarlas y custodiarlas de forma confiable operar con plataformas de probada solvencia es la solución más sencilla para todos los públicos.